EL QUE SEPA ALGO, QUE HABLE. El presidente de la Conferencia episcopal argentina exhorta a los católicos a proporcionar a las autoridades cualquier información sobre los niños robados durante el período de la dictadura

¿Dónde están? Una imagen histórica que sigue siendo actual
¿Dónde están? Una imagen histórica que sigue siendo actual

Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y actual Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, recibió ayer a las Abuelas de Plaza de Mayo encabezadas por Estela de Carlotto y en el curso del encuentro el prelado ratificó su intención de seguir colaborando con la justicia, con las mismas Abuelas y con otros organismos para aclarar la suerte de muchos niños –hoy adultos- que fueron robados a sus madres durante el período de la dictadura militar.

En este contexto, mons Arancedo renovó también el llamamiento a todas las personas, y en especial a los católicos, que estén en conocimiento de alguna información sobre estos niños sustraidos de manera ilegal o sepultados clandestinamente, para que informen lo antes posible a las autoridades correspondientes. El arzobispo de Santa Fe expresó asimismo la alegría de la iglesia local y un afectuoso saludo a la señora Carlotto, quien recientemente pudo abrazar a su nieto desaparecido hace más de tres décadas. Ignacio (Guido) Montoya Carlotto fue secuestrado y robado a su madre inmediatamente después de su nacimiento, durante la época del terrorismo de Estado o “guerra sucia” (Guido y los 400 que todavía faltan, al igual que Ana, la número 115 ).

A pedido de las abuelas argentinas, mons. Arancedo grabó también ayer un breve mensaje –que será difundido en los próximos días como spot de una campaña de las Abuelas de Plaza de Mayo- donde reitera los conceptos del documento episcopal de 2012 y exhorta a todos, a ejemplo de Jesús, a trabajar “por la verdad, la justicia y la paz”. Haciendo referencia al punto 8 del documento citado, el Presidente de la Conferencia Episcopal afirma: “Nos sentimos comprometidos a promover un estudio más completo de esos acontecimientos, a fin de seguir buscando la verdad, en la certeza de que ella nos hará libres. Por ello nos estamos abocando a revisar todos los antecedentes a nuestro alcance.Asimismo –agregó el arzobispo- alentamos a otros interesados e investigadores, a realizarlo en los ámbitos que corresponda. De nuestra parte, hemos colaborado con la Justicia, cuando se nos solicitó información, de la cual podíamos disponer. Además, exhortamos a quienes tengan datos sobre el paradero de niños robados, o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir a las autoridades pertinentes”.

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