Desde México, por boca del cardenal Norberto Rivera Carrera, llega la noticia de que el Papa “está decidido” a visitar el país, aunque parece ser que el Vaticano considera incluso la posibilidad de un viaje específico y no como escala de otro itinerario ya programado, a Bolivia, por ejemplo, o en septiembre de 2015 a Filadelfia, para la Jornada Mundial de las familias. Pero la sorpresa más resonante podría venir de Cuba. “No tendría nada de extraño que con su presencia quiera reafirmar este proceso que él mismo ha impulsado personalmente”. La afirmación es de Orlando Márquez, al terminar la entrevista que concedió a Tierras de América hace pocos días (Cuba. Bajo el signo de San Lázaro).
Orlando Márquez trabaja con el cardenal de La Habana Jaime Lucas Ortega y Alamino desde 1991. En el mes de abril de 1992 funda la revista Palabra Nueva por encargo del mismo arzobispo, que en aquel momento era presidente de la Conferencia episcopal cubana. La publicación ha tenido un rol protagónico en los últimos veinte años como expresión de una línea eclesial y política que ha preparado y precedido los acontecimientos a los que estamos asistiendo en la relación entre Cuba y Estados Unidos. Una línea que apuntó al diálogo, a la gradualidad, a los pasos posibles, y que derribó primero el muro interno obteniendo la liberación de prisioneros, la apertura de espacios inéditos de presencia social, mayores libertades individuales, el comienzo de un cambio en el plano de las instituciones democráticas y la puesta en marcha de reformas en el económico.
Interrogado sobre la posibilidad de un viaje papal a Cuba, Márquez recordó que “casi inmediatamente tras su elección como Sumo Pontífice, el Papa Francisco fue invitado de modo informal por el gobierno cubano a visitar la Isla. Repito, de modo informal. No conozco invitaciones formales. Se sabe que el Papa Francisco no viaja mucho, pero yo no descarto la posibilidad de una parada transitoria, una escala breve de algunas horas, lo que podría ocurrir durante el viaje que piensa hacer a tres países de América Latina el próximo año. Se sabe además que visitará Estados Unidos en 2015 para el Congreso Mundial de la Familia, esa también podría ser una ocasión”.
Orlando Márquez enmarca el viaje del Papa Francisco a Cuba en la sucesión de acontecimientos de los últimos días, con el discurso en simultáneo de los dos presidentes que anunciaron el reacercamiento y reconocieron el rol del Papa para hacerlo posible. “Si avanza el proceso de restauración de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, no tendría nada de extraño que con su presencia quiera reafirmar este proceso que él mismo ha impulsado personalmente”.
El Papa, termina diciendo Orlando Márquez, ya está entre nosotros. “Sería magnífico que pudiera estar físicamente entre nosotros, pero sin duda, con su empeño en mejorar las relaciones entre los dos países, la presencia espiritual del Papa Francisco ha marcado ya el presente y el futuro de Cuba”.
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