LOS CASTRO Y LOS PAPAS. Fidel tuvo 6 encuentros diferentes con 2 Papas. Raúl se entrevistó en 4 oportunidades con Benedicto XVI y una vez con el Papa Francisco. En septiembre podría estar con él otras 6 veces

Un encuentro comentado por Bergoglio
Un encuentro comentado por Bergoglio

Todavía no se ha confirmado un eventual encuentro entre el Papa Francisco y el ex presidente Fidel Castro durante su próximo viaje a Cuba. Hasta el momento no se ha abierto ninguna “ventana” para esa entrevista en la agenda de compromisos en La Habana del Papa Bergoglio (19-20 de septiembre); la prensa latinoamericana se muestra muy discreta y aparentemente la probabilidad de una audiencia no despierta demasiado interés, contrariamente a lo que ocurrió con Juan Pablo II y Benedicto XVI. Fidel Casto se encontró, en el curso de audiencias formales y protocolares, 2 veces con el Papa Wojtyla (que llegan a ser cinco contando otros breves intercambios de saludos) y una vez con el Papa Ratzinger. Hoy las condiciones de salud de Fidel, que cumplió 89 años el pasado 13 de agosto, no permiten saber con exactitud cuándo y dónde podría desarrollarse un encuentro con el Pontífice. Por eso parece muy probable que el Papa Francisco concurra a la casa del anciano líder cubano para una visita de cortesía si no fuera posible hacerlo en la Nunciatura de La Habana.

Los precedentes: 1996, el primer encuentro. Era el 19 de noviembre de 1996 cuando Fidel Castro fue recibido por primera vez en el Vaticano por el Papa Wojtyla. La Audiencia se realizó en la Biblioteca privada en tono cordial y conversaron durante 35 minutos. Al finalizar la visita Castro expresó su deseo de recibir pronto al Papa en Cuba; Wojtyla agradeció y envió su bendición al pueblo cubano. El entonces portavoz de la Santa Sede, Navarro Valls, informó sobre el encuentro, que no necesitó intérpretes, e informó a la prensa que el Presidente había invitado al Papa a visitar Cuba, especificando sin embargo que no había una fecha prevista aunque ambos esperaban que pudiera concretarse al año siguiente. El portavoz vaticano recordó las palabras de agradecimiento de Castro por el aporte de la Iglesia en el campo de la educación y la asistencia en la isla. El presidente cubano dedicó mucho tiempo a visitar los lugares sagrados del Vaticano demostrando un profundo conocimiento histórico y religioso.

1998: el Papa en Cuba. La visita de Juan Pablo II se concretó entre el 21 y el 26 de enero de 1998, con estadías no solo en La Habana sino también en Camagüey, Santa Clara y Santiago de Cuba. El 23 de enero el Pontífice fue recibido en audiencia protocolar por Fidel Castro en el Palacio de la Revolución (sede del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros). Posteriormente se verificaron otros breves encuentros, entre ellos uno sorpresivo el 25 de enero, día de la Santa Misa en la Plaza de la Revolución, cuando Castro se presentó con su amigo Gabriel García Márquez y varios miembros del Partido Comunista y del Gobierno.

2012: Fidel Castro y el Papa Ratzinger. Catorce años después Fidel Castro, liberado de sus compromisos políticos debido a la edad y a su enfermedad, fue recibido por el nuevo sucesor de Pedro: Joseph Ratzinger. El encuentro se llevó a cabo en la Nunciatura de La Habana por expreso pedido del anciano presidente. El padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, informó sobre un cordial y prolongado diálogo. Participaron también la esposa de Fidel, Dalia, y al final del encuentro, los hijos. El líder mostró interés por los cambios litúrgicos introducidos por Benedicto XVI y recordó sus prácticas religiosas de juventud preguntando al Papa sobre algunos temas que deseaba profundizar. El intercambio de opiniones fue estimulante y activo y en el momento de despedirse, como recuerda el Secretario de Estado de aquel momento, Tarcicio Bertone, Castro deseaba agradecerle a Benedicto por dos beatificaciones que para él eran muy significativas: madre Teresa de Calcuta y Juan Pablo II.

2012: el mismo Papa, un nuevo “Líder”. Cuando Ratzinger llegó a Cuba en marzo de 2012 ya hacía tiempo que Raúl ocupaba el lugar de su hermano por evidentes razones de edad y de salud. El Pontífice se encontró con el presidente en cuatro oportunidades. Durante la Audiencia protocolar en el Palacio de la Revolución se trataron cuestiones referidas al gobierno de la isla, de manera especial sobre la condición del pueblo cubano. Al finalizar el Papa planteó una solicitud específica para que se respetara la festividad del Viernes Santo. Ya su antecesor había hecho un pedido semejante para el día de Navidad. Hoy en Cuba ambas fechas se consideran festivas.

2015: Primer encuentro entre Raúl Castro y Francisco. El 10 de mayo de este año fue el primer encuentro entre el Papa Bergoglio y Raúl Castro, anunciado sorpresivamente con pocos días de anticipación y que se verificó cuando el presidente de Cuba retornaba de un viaje a Rusia. La visita, muy cordial, fue una forma de agradecer al Pontífice por la dedicación demostrada para el restablecimiento de las relaciones entre La Habana y Washington. El fin del embargo (evento de trascendencia histórica pero que todavía no ha sido aprobado por el Congreso estadounidense), en efecto, fue cálidamente auspiciado por Francisco, como ya lo habían hecho sus antecesores. Castro declaró que seguía con profundo interés los discursos del Santo Padre y que sentía el deseo de volver a rezar –siendo comunista- debido a la sabiduría y la humildad del Pontífice. El presidente prometió que asistirá a todas las misas (La Habana, Holguín y Santiago de Cuba) que celebre el Papa en septiembre durante su próxima visita a Cuba; si cumple su promesa, significa que Raúl se encontrará seis veces con el Santo Padre. Durante la audiencia, que duró más de 50 minutos, Francisco fue saludado por los miembros de la delegación cubana y hubo un significativo intercambio de regalos: el presidente ofreció al Papa una valiosa medalla conmemorativa de la Catedral de La Habana y un cuadro de arte contemporáneo que representa una gran cruz compuesta por restos de barcazas ante la cual reza un inmigrante arrodillado. El artista cubano Kcho, presente en ese momento, explicó que se había inspirado en la atención que concede al Pontífice a la crisis humanitaria de los inmigrantes, confirmada por su primer viaje fuera de Roma, a Lampedusa. El Papa a su vez regaló a Castro un ejemplar de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium y un gran medallón que representa a San Martín de Tours cubriendo a un pobre con su capa. El Papa explicó que es un regalo que hace con especial placer porque no solo representa el compromiso de ayudar y proteger a los pobres sino también de promover la dignidad como un derecho y un deber universal.

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