STOP AL PARTIDO POR LA PAZ EN ARGENTINA. El Papa escribió que prefería un “picado en un potrero de barrio” a un “gran campeonato rociado de corrupción”

El primer partido por la paz, en septiembre 2014 en el estadio Olímpico de Roma
El primer partido por la paz, en septiembre 2014 en el estadio Olímpico de Roma

Confirmado, no se disputará el Partido por la Paz el próximo 10 de julio en Argentina. El cotejo fue “postergado” por la cúpula de la fundación pontificia Scholas Occurrentes, la principal organizadora. Una determinación, aprobada por el Papa, que parecía el resultado natural de la carta que Francisco le envió a los directivos, José María Del Corral (presidente) y Enrique Palmeyro (secretario). En esa misiva, del 1 de junio pasado, Bergoglio escribió: “prefiero un picado en un potrero de barrio, con una pelota común y con alegría limpia, a un gran campeonato en un estadio famoso pero rociado de corrupción”.

El partido había sido anunciado por el mismo líder católico, el 29 de mayo, en la ceremonia de clausura del último congreso mundial de Scholas. Ese día, en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano, él bendijo un olivo que iba a ser plantado simbólicamente en el Estadio Único de la ciudad de La Plata ese 10 de julio. Para la presentación viajaron a Roma, entre otros, Federico Salvai, la mano derecha de la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Él recibió la planta junto con Juan Sebastián Verón, ex jugador de la selección argentina.

La presencia de Salvai tenía un por qué: la gobernación bonaerense se había comprometido a prestar el estadio y financiar su operatividad durante el encuentro, absorbiendo costos como el de la luz. Esa participación del ministro de Gobierno provincial, junto con el ministro de Educación nacional, Esteban Bullrich, en el congreso de la fundación había sido también interpretada como un “gesto de distensión” entre la administración del presidente Mauricio Macri y el Papa.

Pero todo eso ocurrió antes que Francisco se enterase de un millonario donativo proveniente de la administración macrista del cual los líderes de Scholas no le habían informado. El 30 de mayo Bergoglio supo por la prensa que la ayuda gubernamental ascendía a la “friolera” cifra de 16 millones 666 mil pesos. Más de un millón de dólares. Así, el líder católico intervino para expresar su molestia. Escribió una carta en la cual solicitó a Palmeyro y Del Corral devolver los recursos, aunque ellos todavía no los habían cobrado.

En ese escrito, fechado el martes 1 y redactado en papel institucional con escudo del pontificado, el Papa reconoció que estaba “preocupado” y “con bronca” por el donativo. Expresó su temor porque los directores de la fundación comenzasen a “resbalar en el camino de la corrupción”. Remató con la frase del picado, el potrero de barrio y el gran campeonato.

Cuando el Vatican Insider anticipó en exclusiva los renglones fundamentales de esa carta, los responsables de Scholas decidieron difundir el texto completo en otros medios argentinos. Al mismo tiempo Del Corral aseguró que la organización del Partido por la Paz de La Plata seguía en pie y que contaba con el visto bueno del Papa.

Mientras todo esto ocurría, entre empresas y marcas de prestigio en Argentina circulaban diversas presentaciones de computadora que invitaban a patrocinar el cotejo, el cual contaría con la presencia de grandes estrellas del futbol mundial, en activo y retiradas. La portada del archivo digital mostraba la imagen de Francisco rodeado de jugadores famosos. Ese archivo lleva el sello de la empresa Visión Deportiva, de Lisandro Borges.

El mismo Borges que estuvo en Roma, con Salvai y Verón, al momento de recibir el olivo. En la presentación digital se enumeraron diversos “beneficios” para aquellos empresarios que ofreciesen fuertes sumas de dinero. Entre otros “mesas en una cena de gala”, espacio exclusivo para montar un sector vip de la propia compañía en el estadio y dos entradas para saludar al Papa. Una explotación de la imagen de Francisco que en el Vaticano se consideró, cuanto menos, inapropiada.

Además, Visión Deportiva publicitaba en su página de internet (visiondeportiva.com.ar) el Partido por la Paz, con la misma imagen del Papa rodeado de jugadores. Pero en las últimas horas esa propaganda desapareció de la red.

Esta misma semana Enrique Palmeyro escribió un correo electrónico al Vaticano para proponerle a Francisco dejar el partido “para más adelante”, quizás en la segunda parte del año. No se propusieron nuevas fechas ni se habló de posibles nuevas sedes. “Soy de la misma opinión”, respondió Bergoglio, antes de emprender su viaje apostólico a Armenia. Así quedó sellada la postergación.

El primer Partido Interreligioso por la Paz se disputó el 1 de septiembre de 2014 en el Estadio Olímpico de Roma. Contó con la presencia de viejas glorias del balompié como Diego Maradona, Javier Zanetti, Carlos Valderrama, Iván Zamorano y Roberto Baggio. Desde entonces hubo otros dos anuncios “en falso” de cotejos similares. Uno con Maradona, en abril de 2015, y el otro con Ronaldinho. “Los invito a asistir el 29 de mayo al segundo partido de fútbol por la paz que organizamos en Roma”, había convocado el Papa en febrero de este 2016, en la Casina Pío IV del Vaticano, sentado junto al futbolista brasileño. Pero el encuentro nunca se disputó.

Vatican Insider

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