Renacen los escuadrones de la muerte. Pero ahora contra las pandillas. La policía de El Salvador acaba de desmantelar uno de ellos, formado por ocho hombres que se dedicaban a liquidar miembros de pandillas en la zona occidental del país. A los ocho se les atribuye el asesinado de tres miembros de la Mara Salvatrucha (MS 13), a los que detuvieron en la carretera que conduce a una localidad denominada El Diamante, en el municipio de Ahuachapán, a 123 kilómetros de la capital, San Salvador. Fueron encontrados con señales de tortura y un disparo en la cabeza.
Pero no es el único caso de un grupo de exterminio organizado.
Recientemente también fueron capturados seis miembros de la Policía Nacional Civil y 16 presuntos pistoleros que formaban parte de una organización que se dedicaba a los asaltos y a asesinar por encargo a miembros de las Maras. Al grupo se le atribuyen no menos de una docena de homicidios, y por algunos de ellos recibieron una compensación.
Varias organizaciones de derechos humanos reclaman una intervención más decidida de las autoridades del país para evitar que se repita el pasado, cuando operaban los “escuadrones de la muerte” en contra de la guerrilla.
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