Se intensifica la guerra contra las pandillas en América Central, una de las regiones más violentas del mundo fuera de los teatros de guerra. En este caso la iniciativa es del gobierno de Honduras, que propuso un Plan para la seguridad regional a fin de lograr mayor eficacia en la lucha contra las maras. El presidente Juan Orlando Hernández propuso a sus homólogos de Guatemala y El Salvador, Jimmy Morales y Salvador Sánchez Cerén respectivamente, una coordinación que prevea la emisión de una orden de captura centroamericana que permita que una medida represiva decretada en uno de los tres países sea efectiva y se pueda ejecutar en el territorio de los otros dos. Otro punto propuesto por el presidente de Honduras es la integración de los organismos de inteligencia de los tres países. El tercer punto se refiere a los proyectos de prevención, los que han obtenido más éxito en los respectivos países en materia de trabajo y educación. El presidente hizo referencia a los Centros de Alcance y a los Parques para una Vida Mejor realizados en Honduras.
La ofensiva contra las maras debe involucrar también a Estados Unidos. El fenómeno nació específicamente en Los Ángeles con la emigración centroamericana, pero volvió con fuerza a los países de origen, donde se extendió conservando los nexos con el país del norte. “Es impresionante” afirmó Hernández “ver cómo operaciones delincuenciales de extorsión se originan con una llamada desde Estados Unidos, desde Guatemala, desde El Salvador y probablemente desde Honduras”. Por esa razón es necesario que la información que posee la policía de Los Ángeles o la policía de Miami o de otras ciudades donde los grupos criminales han estado muy activos en términos de actos delincuenciales y de violencia, sea puesta a disposición de los tres países de América Central.
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