PARADOJAS BOLIVIANAS. El ejército crea una escuela para enseñar “doctrina antiimperialista”, pero llevará el nombre del militar que ordenó matar al Che Guevara

El arresto del “Che” Guevara en Bolivia. En el recuadro, el militar que ordenó su muerte
El arresto del “Che” Guevara en Bolivia. En el recuadro, el militar que ordenó su muerte

¿Cuál es la relación entre Juan José Torres y Ernesto Ché Guerava? Que estaban en frentes opuestos en la lucha antiimperialista. En efecto, si el Che no necesita presentaciones, Torres fue uno de los altos mandos militares que ordenaron la muerte del guerrillero en 1967. Y sin embargo, a casi 50 años de distancia el ex Jefe del Estado Mayor dará su nombre a una escuela de formación militar que enseñará “doctrina antiimperialista” a sus reclutas.

Esto ocurre en Bolivia, donde el presidente Evo Morales inaugurará el próximo 17 de agosto la escuela para oficiales (tanto bolivianos como provenientes de otros países de la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA) que lleva el nombre del militar que, junto con el entonces presidente Barrientos y el comandante del Ejército Ovando, tomó la decisión de matar al Che.

Aunque a juicio de los que conocen bien las alternativas no precisamente lineales de la historia latinoamericana, la contradicción podría ser solo aparente. En efecto, Torres fue un personaje controvertido, porque a fines de los años ’60 –después de la muerte de Guevara- encabezó un movimiento patriótico, democrático y antiimperialista, que lo llevó a la presidencia del país. Durante su breve mandato, entre 1970 y 1971, adoptó medidas populares como la nacionalización de las minas y otras a favor de los sindicatos y de los movimientos obreros. Expulsó también del país al Cuerpo de Paz estadounidense y posteriormente fue depuesto a su vez por un golpe de estado. Murió pocos años más tarde en Buenos Aires, secuestrado y asesinado por la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), por encargo del gobierno boliviano.

Sin embargo, la mancha del asesinato de Guevara persiste, si bien el mismo Morales ha limitado la responsabilidad que tuvieron en los hechos los altos oficiales bolivianos como Torres. Morales prefiere atribuirla solo a Gary Prado, el general que estaba a cargo del grupo que capturó al guerrillero y lo entregó vivo, antes de que se tomara la decisión de matarlo.

Por eso Gary Prado ha tenido un destino muy distinto al de Torres: procesado por terrorismo, anciano y discapacitado, cumple condena domiciliaria y recientemente el presidente se negó a concederle la amnistía, como muchos solicitaban.

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