VIAJES PAPALES 2017. ASOMA BRASIL, RETROCEDE ARGENTINA. Chile en la lista de espera, atención con Bolivia. Sí a Colombia, pero cuando se haya firmado la paz

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Como siempre, no hay ninguna confirmación oficial, pero corren voces: en 2017 el Papa Francisco podría hacer una visita a Brasil, en particular al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en ocasión del décimo aniversario de la Quinta Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, que se llevó a cabo en el santuario mariano del 13 al 31 de mayo de 2007. Por otra parte, el año que viene se conmemora el tercer centenario del hallazgo de la sagrada imagen de la Virgen. En aquella importante Conferencia, el entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, encabezó la comisión que elaboró el documento conclusivo que luego él mismo, siendo ya Papa Francisco, ha citado e ilustrado en reiteradas oportunidades. Algunos fragmentos de ese texto han sido citados en otros documentos solemnes del magisterio del Papa.

Los obispos que tomaron parte en la Conferencia, más de trescientos, siempre declararon que el rol del cardenal Bergoglio fue fundamental para el éxito del encuentro continental, cuya sesión inaugural fue presidida por Benedicto XVI.

La hipótesis de un viaje del Papa a Brasil circula desde hace tiempo, pero el casi seguro viaje del Francisco a Colombia, probablemente en el contexto de la aprobación definitiva de los Acuerdos de paz entre el Gobierno del Presidente Santos y las Farc, hace que la etapa brasileña sea muy probable. Brasil ya fue visitado por el Pontífice en julio de 2013, pero en el marco de la XXVIII JMJ de Río de Janeiro, y por lo tanto no se la puede considerar una “visita al país”. Esta podría ser la oportunidad para una visita específica a Brasil, afirma la prensa local, y se plantean dos posibilidades: una visita al país que incluya algunas ciudades principales o bien una sola escala en Río para acudir al Santuario de Aparecida. Algunos medios aseguran que ya se hicieron los primeros contactos con la Presidencia de la República.

Al mismo tiempo, como ocurre cada vez que se plantea aunque sea teóricamente un viaje del Papa, otros países manifiestan su deseo de recibir al Pontífice, en este caso Perú, Chile y Argentina. Por el momento, todo hace pensar que es de excluir una visita de Francisco a Chile y Argentina (tal vez en 2018) y por tanto aumentan las posibilidades de una etapa peruana.

En Argentina, 2017 es un año electoral y tal como la prensa del país siempre hizo saber en el pasado, fuentes vaticanas han insistido en que esta circunstancia no facilita, sino todo lo contrario, un viaje del Papa, y por lo tanto es mejor pensar en fechas que se ubiquen después de la cita política. Además, reiteradamente en el país algunos partidos políticos y sectores de la prensa se empeñan obstinadamente en practicar el deporte de tironear al Papa hacia una u otra parte, creando confusión y malestar entre los católicos.

En el caso de Chile, el gobierno asumió primero una actitud distante ante la posibilidad de una visita del Papa, desaconsejada también por los obispos chilenos, y recién a comienzos del pasado mes de junio envió por primera vez una carta de la señora Bachelet con una invitación formal. En ambientes políticos y diplomáticos durante mucho tiempo se habló de una presunta preferencia de Francisco por Bolivia y Evo Morales en la controversia sobre la salida al Pacífico, y en cierta forma el tema había contaminado la visión chilena de la política internacional de la Santa Sede.

La invitación que llegó la semana pasada al Vaticano sin duda será renovada personalmente a Francisco el 1 de septiembre próximo, en ocasión de la presentación de las credenciales del nuevo embajador Mariano Fernández que sustituye a la señora Mónica Jiménez, recientemente nombrada embajadora en Israel.

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