COLOMBIA. GUÍA PRÁCTICA DE LOS ACUERDOS DE PAZ. Cuatro años de negociaciones para seis puntos. Ofrecemos una síntesis

Las delegaciones en La Habana en el momento del anuncio final. Foto A. Ernesto-EFE
Las delegaciones en La Habana en el momento del anuncio final. Foto A. Ernesto-EFE

El fin de las negociaciones, que se anunció oficialmente el miércoles dio comienzo a la conclusión definitiva de la guerra interna. ¿Pero cuáles fueron concretamente los puntos acordados entre el gobierno colombiano y las FARC? A continuación ofrecemos una breve guía de los seis puntos.

1. Reforma rural integral. La cuestión rural es una de las razones fundamentales de la formación y el desarrollo de la guerrilla. En 1964 las FARC anunciaron su fundación lanzando el “Programa agrario de los guerrilleros”. Por eso el tema de la tierra ocupa un lugar central en los acuerdos que se acaban de firmar. El objetivo es simple: lograr una distribución más equitativa de la tierra, reducir la brecha entre el desarrollo de las zonas urbanas y las rurales, promover el uso adecuado de la tierra, resolver las controversias en los casos de títulos de propiedad no formalizados y garantizar a los campesinos el acceso a la propiedad. Para lograr estos objetivos se ha acordado la creación de un “Fondo de Tierras” constituido por tierras expropiadas, zonas sin cultivar y parte de reservas forestales con capacidad agrícola. Se ha establecido además la concesión de subsidios y créditos especiales a los campesinos para adquirir tierras.

2. Participación política. Uno de los objetivos declarados del acuerdo de paz es romper para siempre el vínculo entre la política y las armas. Este punto es esencial para que las FARC puedan comenzar a hacer política sin armas. En primer lugar, se elaborará un estatuto con garantías para los partidos y movimientos políticos que se declaren en la oposición. Este instrumento ha sido pensado para evitar la estigmatización y la persecución de los ex guerrilleros que empiecen a participar en la vida política. En efecto, no hay que olvidar que los guerrilleros siguen teniendo una imagen muy negativa – que en algunos casos se convierte en abierto repudio – en una franja importante de la sociedad colombiana.

Se establecerán también garantías para las organizaciones sociales y se creará un Sistema Integral de Seguridad, dependiente de la Presidencia, cuya tarea será investigar, juzgar y castigar a todos los que atenten contra el ejercicio de la política sin armas. Se acordó además la necesidad de que las regiones más afectadas por el conflicto puedan ejercer y participar libremente en la democracia. Por eso se acordó la creación de 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, lo que garantizará la participación de líderes regionales en la Cámara.

En cuanto a la participación de las FARC en los comicios, se ha decidido que se podrán presentar a las elecciones para el Congreso en 2018, con 5 bancas garantizadas en la Cámara y otras tantas en el Senado. Hasta ese momento, tendrán tres portavoces en cada cámara pero sin derecho a voto, salvo para los temas relacionados con los acuerdos.

Son todas medidas cuyo propósito es reforzar el juego democrático colombiano, ampliando el acceso a las instituciones y el pluralismo. Diversos analistas concuerdan en que, para alcanzar la paz, es fundamental que Colombia pueda reforzar su democracia.

3. Fin del conflicto. En este punto se ha acordado el road map u hoja de ruta para facilitar la transición de más de 6.000 miembros de esta guerrilla a la vida civil. Las FARC se han comprometido a entregar las armas a la ONU. El desarme se cumplirá en 180 días a partir de la firma del Acuerdo Final: el 30% de las armas será recogido en los primeros 90 días, después otro 30% hasta el día 120 y el 40% restante hasta que se cumplan los 180 días.

Se crearán 23 Zonas Transitorias de Normalización y 8 campamentos (ya establecidos en diferentes lugares del país) habilitados durante 180 días. Estos espacios garantizarán el alto al fuego bilateral y la entrega de armas. Comenzará así el proceso de preparación de los guerrilleros para reintegrarse a la vida civil. Se han establecido garantías de seguridad y lucha contra las bandas criminales que representan una “amenaza inminente” para la implementación de los acuerdos. Sobre todo, los paramilitares.

4. Drogas ilícitas. El acuerdo de paz establece un nuevo modelo de lucha contra el narcotráfico que apunta a transformar con el trabajo de las comunidades los territorios más afectados por este fenómeno. Las FARC se comprometen a poner fin a cualquier tipo de connivencia ocurrida en el pasado con estas actividades ilegales. Además, se comprometen a recoger y entregar información para ayudar a identificar las rutas del narcotráfico.

Otro punto fundamental es la erradicación de los cultivos ilícitos por medio de un proceso de planificación participativa con las comunidades, con el objetivo de sustituir voluntariamente los cultivos y desarrollar una producción alternativa.

5. Víctimas. Ocho millones de víctimas en poco más de cincuenta años no se borran de un día para otro. Por eso el objetivo de la justicia es garantizar la verdad, la reparación y la no repetición. La Jurisdicción Especial para la Paz será la encargada de investigar, juzgar y sancionar a todos los que hayan cometido delitos graves durante el conflicto, sean guerrilleros, militares o miembros de grupos ilegales. Estará constituido por un Tribunal para la Paz conformado por 20 magistrados colombianos y 4 extranjeros. Otros 18 jueces colombianos y 6 extranjeros conformarán  tres Salas de Justicia. Los guerrilleros que reconozcan su participación en los crímenes más graves y colaboren con la justicia serán castigados con penas de 5 a 8 años de restricción de la libertad, menos severa que la cárcel (domiciliaria, geográfica, laboral). Además tendrán la obligación de realizar obras y trabajos en beneficio de las víctimas. El que no colabore será condenado a reclusión de hasta 20 años. La amnistía será concedida a todos los que no hayan cometido crímenes de lesa humanidad

6. Consolidación verificación. El respeto de los puntos acordados será verificado y acompañado por una Comisión integrada por tres representantes del Gobierno y tres de las FARC. El proceso contará asimismo con el acompañamiento de varios países y de los organismos internacionales.

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