El deshielo entre Estados Unidos y Cuba llega hasta la vieja residencia de Ernest Hemingway en la Isla. En esa casa el escritor vivió más de veinte años y se convirtió en museo poco después de que se suicidara, el 2 de julio de 1961. En el museo se conserva una colección de 22.000 objetos personales y documentos, entre libros, trofeos de caza, discos, armas, fotos y la famosa máquina de escribir que Hemingway usaba a bordo de su yate El Pilar, con el que salía a navegar por las aguas del Caribe.
Para preservar el patrimonio del premio Nobel de la mejor manera posible, el miércoles 12 de octubre se reunieron en Boston funcionarios y académicos de Cuba y Estados Unidos. El encuentro se llevó a cabo en la Biblioteca Presidente John F. Kennedy y participaron – según informa la agencia The Associated Press – el presentador de televisión Bob Vila, hijo de inmigrantes cubanos, el representante Jim McGovern, Ada Rosa Alonso, directora del Museo Hemingway en Cuba, y Susan Wrynn, ex curadora de la colección Hemingway en la Biblioteca JFK.
En este momento en la casa museo se están efectuando trabajos de ampliación y reestructuración para construir un archivo y nuevas salas donde se expondrán cientos de objetos que pertenecieron al escritor, quien transcurrió en Cuba una gran parte de su vida. En los trabajos colaboran tanto el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba como la Fundación estadounidense Finca Vigía, gracias a la cual se pudieron reunir fondos provenientes de donaciones realizadas por sociedades como Caterpillar, AT&T, American Express y Ford Foundation. La colaboración entre las dos entidades ha permitido restaurar ya 2.099 páginas de documentos, 3.000 páginas de cartas y 170 páginas de manuscritos originales de Hemingway, así como fotografías, álbumes de recortes, cablegramas, revistas e impresos, propagandas y folletos de distinto tipo.
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