Es la 16ª vez que se reúnen en una cumbre mundial de personas que fueron elegidas por una obra destacada que ennoblece al mundo. Lo harán en Colombia, a principios de año que viene, cuando todavía se encuentra en suspenso el anunciado viaje del Papa Francisco al país, decidido antes de que el referendo rechazara los términos del acuerdo de paz entre el gobierno y las Farc que se firmó en La Habana. Cerca de veinte Premios Nobel ya hicieron saber que estarán presentes y trascendieron algunos nombres, como Rigoberta Menchú (Guatemala, Nobel 1992), Al Gore (Estados Unidos, Nobel 2007), David Trimble (Irlanda, Nobel 1998) y Mijaíl Gorbaciov (Rusia, Nobel 1990). También asistirán, informan los organizadores, 2300 personas seleccionadas, entre las cuales hay 600 jóvenes y 270 periodistas en representación de otros tantos medios.
La elección del lugar del encuentro no es casual. En Colombia está por terminar uno de los procesos más largos y complejos de la historia contemporánea. “Los procesos de reintegración a la vida civil, en Colombia, han tenido cerca del 75 por ciento de éxito” hacen notar los organizadores, y admiten que este “fue uno de los incentivos” para la elección del país andino como sede de la cumbre.
En los últimos días estuvo en Bogotá David Ives, director ejecutivo del prestigioso Instituto Albert Schweitzer de la Universidad de Quinnipiac de Connecticut (Estados Unidos), quien a su vez estuvo nominado para el Nobel este año. David Ives declaró en una entrevista al diario colombiano El Tiempo que el encuentro “debe servir para que la gente ponga atención en un punto especial: el perdón, que es un objetivo que se debe alcanzar en el corazón de todos para que llegue la paz”. Nelson Mandela, dijo Ives como ejemplo, “estuvo encerrado durante 27 años en una cárcel, y aun así perdonó a quienes lo encarcelaron”.
Resulta asimismo interesante la respuesta que dio Ives a la pregunta del periodista acerca de los valores que el encuentro colombiano quiere promover: “Será una celebración de la vida, del respeto a la vida. Tratamos de ofrecer discursos que claman por el respeto, que es un valor increíble cuando lo aplicamos; es hermoso ver lo que se consigue cuando los seres humanos son respetuosos con sus semejantes y cuando no eliminan las diferencias, sino que concilian con ellas”.
Usted fue nominado al Nobel 2016 por su trabajo con el instituto (Albert Schweitzer). ¿Qué tipo de acciones deben emprenderse para ser ejemplar en el campo de la paz?
«Le recuerdo que no gané yo el premio, sino su presidente, Juan Manuel Santos. Pero creo que la gente debe comprender que no se debe juzgar al otro sin conocerlo, eso es clave para poder alcanzar la paz. Así lo han hecho importantes personajes, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama (Nobel 2009). Siempre se debe buscar la posibilidad de negociar la paz, no importa el lugar donde se esté: en todo el mundo ha habido casos exitosos de paz, lo que demuestra que siempre se puede». Palabras que repiten casi literalmente las que pronunció hace dos días el negociador vaticano en Venezuela, Claudio María Celli.
ametalli@gmail.com
