COCAÍNA. DÓNDE CRECE Y DÓNDE BAJA. América del Sur consume tanto como Estados Unidos. Pero Colombia, mientras espera al Papa, lanza programas para disminuir las plantaciones de coca

No solo de coca…
No solo de coca…

Datos de las Naciones Unidas correspondientes a 2016 señalan que el consumo de cocaína sigue aumentando en América del Sur. En base a un informe de la Comisión interamericana para el control del abuso de drogas, Naciones Unidas señala que el consumo de cocaína entre los estudiantes de colegios secundarios de América del sur es superior al consumo en la misma edad de los colegios secundarios de Estados Unidos. Con diferencias entre distintas zonas. Mientras en Perú el incremento fue mínimo, en Argentina se ha duplicado y en el vecino Uruguay incluso multiplicado por seis.

En América del Sur la cocaína también es la droga preferida por los consumidores, con la diferencia de que la pasta básica, más “sucia” y tóxica, es más usada que en Estados Unidos.

En cuanto al cultivo y producción, el informe señala que Sudamérica sigue siendo prácticamente el único proveedor mundial de cocaína y Colombia ocupa el primer lugar en el continente. La superficie dedicada al cultivo de la planta de coca en el país, en efecto, ha crecido, pasando de las 69.000 hectáreas de 2014 a 96.000 hectáreas en 2016, con un incremento más que significativo del 39 por ciento.

Paradójicamente el informe relaciona el crecimiento de las plantaciones en Colombia con el proceso de paz y las expectativas que los acuerdos con las Farc han generado, en el sentido de obtener beneficios del gobierno para los que sustituyen los cultivos de coca por productos alternativos. Se trataría entonces de un incremento estratégico y temporario si se implementan los programas anunciados por el presidente Santos.

El gobierno colombiano acaba de firmar un acuerdo con 900 familias de dos zonas del país,  Caquetá y Meta, que procederán a dedicar 700 hectáreas de tierras a otros cultivos. Las familias recibirán a cambio un millón de pesos colombianos por mes, lo que equivale aproximadamente a 350 dólares, por el trabajo de sustitución, más un monto de 1.800.000 pesos por familia para seguridad alimentaria durante la ejecución del proyecto. El segundo año el programa oficial garantizará a cada núcleo familiar 3.500 dólares para un proyecto de producción alternativa que incluye programas alimentarios específicos para niños en edad escolar y ancianos.

El programa de sustitución de los cultivos ilícitos en Colombia fue lanzado el 27 de enero por el Ministerio para el posconflicto con la participación de las Farc. Los acuerdos firmados desde entonces con algunas comunidades – informa el Ministerio – ya permitieron reemplazar 21.000 hectáreas que hasta ese momento se destinaban al cultivo de coca.

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