¿POR QUÉ EL PAPA NO VISITA ARGENTINA? El obispo de una gran diócesis responde: “Para no provocar más conflictos, para evitar que se use su figura como bandera política”

Si no es ahora, ¿cuándo?
Si no es ahora, ¿cuándo?
La pregunta está en el aire desde hace tiempo, dentro y fuera de la Argentina, y no resulta fácil ni sencillo obtener una respuesta: ¿por qué el Papa Francisco no ha querido hasta hoy visitar su país natal, Argentina, al que abandonó en febrero de 2013 pensando que volvería apenas terminara el Cónclave? En algunos ambientes aclaran: no es correcto decir que el Papa Francisco “no desea volver a su patria”. ¡Vaya si lo desea! Es problema es otro: “El Papa quiere ir a Argentina, pero hasta el momento, cada vez que se planteó la cuestión, ha considerado que no era el momento oportuno ni apropiado”.
¿Y cuál sería ese momento? ¿Cuándo y cómo se podría imaginar de manera realista una visita a la Argentina de Jorge Mario Bergoglio, el hijo más ilustre de esta gran nación sudamericana? Visita que por el momento no parece entrar en los planes ni siquiera en el caso de una posible peregrinación a Perú (a la que se refirió el arzobispo de Lima, cardenal Luis Cipriani) que tal vez incluya Chile y Uruguay, en 2018.
El obispo argentino de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, recientemente nombrado, mons. Héctor Zordán, en una entrevista concedida a un medio digital de su región habló abiertamente sobre el tema y propuso algunas reflexiones plausibles que podrían formar parte de la respuesta. El prelado observa que “este es el peor momento en cuanto a división. Ya sea que lo llamemos grieta o enfrentamiento, no puede no tener solución. No podemos seguir viviendo así porque nos estamos deshilachando como sociedad, como país”.
Cuando el periodista de “El día”, le pregunta “¿Ni el Papa Francisco nos va a poder unir?”, monseñor Zordán responde:
“Ni él se salva. Esa diferencia entre los argentinos, eso de no converger en nada, ni siquiera en la figura del Sumo Pontífice, hace que esa esperada visita a la Argentina de Francisco se dilate siempre. Esa confrontación permanente es la que hace que Bergoglio no quiera venir al país por ahora”.
¿Le duele que no venga?, insiste el periodista:
“No sé si es dolor”, responde el obispo y concluye: “Me gustaría (que viniera), pero respeto su decisión. Creo que no viene para no generar más conflictos, para que no se use su figura como bandera política”.
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