CUBA DESPUÉS DE TRUMP. Entrevista al embajador cubano ante la Santa Sede. Las nuevas medidas del presidente estadounidense afectan la economía del país. Con el Papa coincidimos en muchas cosas

En el recuadro, el Papa Francisco con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Rodríguez Parrilla. En la foto principal, cubanos comiendo helado frente al Capitolio de La Habana (foto Ramón Espinosa AP)
En el recuadro, el Papa Francisco con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Rodríguez Parrilla. En la foto principal, cubanos comiendo helado frente al Capitolio de La Habana (foto Ramón Espinosa AP)

Después de la visita al Vaticano, el viernes 23 pasado, del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, durante la cual se encontró en forma separada con el Substituto de la Secretaria de Estado Mons. Angelo Becciu, el Secretario de Estado cardenal Pietro Parolin y el Secretario para las Relaciones con los estados arzobispo Paul R. Gallagher, hemos conversado brevemente con el embajador de La Habana ante la Sede Apostólica, Jorge Quesada Concepción.

Seguramente el Ministro ha ilustrado a las autoridades vaticanas la posición del Gobierno de Cuba ante las últimas decisiones recientemente anunciadas por el Presidente Trump, que introducen no pocas incertidumbres en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales que comenzó con los acuerdos entre B. Obama y Raúl Castro. ¿Cuáles son los puntos principales de esaposición?

El gobierno cubano en diversas ocasiones ha reiterado su voluntad de avanzar en la relación bilateral con los Estados Unidos, siempre sobre la base del respeto a su soberanía e independencia. Reconocemos que existen numerosas diferencias entre los dos países, pero también hemos identificado conjuntamente campos de cooperación bilateral que se pueden desarrollar. Las nuevas medidas están dirigidas a reforzar el bloqueo y a afectar la economía cubana. Sin embargo, hasta ahora se han preservado importantes pasos dados en los últimos dos años como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la firma de varios acuerdos en tema de interés bilateral. Cuba seguirá su camino independiente. Deseamos hacerlo manteniendo relaciones respetuosas y mutuamente ventajosas con los Estados Unidos. Sin embargo, nunca será al precio de hipotecar nuestra soberanía e independencia, alcanzadas después de cientos de años de lucha.

Ud. es el embajador cubano desde hace un año. Desde este observatorio privilegiado, ¿cómo describe las relaciones bilaterales entre Cuba y la Santa Sede en este momento?¿Se podrían citar algunos contenidos que acercan al magisterio del Papa posiciones internacionales del gobierno de Cuba?

Las relaciones entre Cuba y la Santa Sede asisten actualmente a un positivo desarrollo y se caracterizan por un diálogo fructífero, cordial y respetuoso, así como por una voluntad compartida de continuar profundizándolo. En este contexto las posiciones del Sumo Pontífice sobre la necesidad de promover la paz, la atención al tema del medio ambiente, la protección de los inmigrantes, en resumen, la búsqueda de un mundo más solidario y seguro, son temáticas donde existe una amplia coincidencia con las posiciones de Cuba, muy activa en estos y otros terrenos de la agenda internacional.

¿Cómo se podría ilustrar en Cuba el momento actual de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, o dicho de otro modo, que frutos de colaboración han dado las visitas papales últimas, in particular del Papa Francisco?

Sin lugar a dudas las visitas de los Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco a Cuba ayudaron a consolidar la tendencia positiva que caracteriza en los últimos años las relaciones del Estado Cubano con la Iglesia local. El diálogo bilateral es respetuoso y dirigido a alcanzar nuevos caminos de encuentro en el afán compartido de edificar una sociedad más justa para todos, dentro del irrestricto respeto de la constitucionalidad cubana.

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