LOS COLOMBIANOS, LA RELIGIÓN Y LA POLÍTICA. El rostro del país que visitará el Papa en septiembre, según una encuesta

Dentro de dos meses, el viaje de Francisco
Dentro de dos meses, el viaje de Francisco
La investigación sobre los colombianos y su relación con la religión y la política que llevó a cabo el “Centro Nacional de Consultoría”, un importante instituto de investigación y sondeos de Colombia,  fue publicada en los últimos días por la principal revista nacional, Semana, y ofrece algunos elementos de considerable importancia para trazar el perfil del país cuando faltan poco más de dos meses para el viaje del Papa. En primer lugar, los resultados muestran que ocho de cada diez colombianos consideran que la religión es algo importante para sus vidas. Segundo, que siete de ellos declaran ser católicos y uno evangélico. Tercero, que este universo religioso católico y evangélico, ampliamente mayoritario en el país, se diferencia sensiblemente en cuanto a la relación que tiene o quisiera tener con el poder político en su conjunto, los candidatos para las elecciones presidenciales de 2018 y el proceso de paz que todavía se encuentra en ejecución, tras la firma de los acuerdos. Y mientras los primeros – los católicos – comparten una visión que pone en el centro la figura de Cristo interpretada y propuesta por la tradición de la Iglesia, los segundos manifiestan una interpretación más literal de las Sagradas Escrituras y más rígida en ciertas materias, sobre todo en el orden moral. Esto tiene como consecuencia directa un comportamiento político diferente, que premia – en el caso de los evangélicos – aquellos candidatos que colocan a la familia indivisa y moralmente protegida en una posición importante en sus programas electorales. Con respecto a la paz, mientras el 37 por ciento de los católicos tiene una percepción positiva del proceso acordado entre el gobierno y las Farc que comenzó formalmente en Cuba hace cuatro años, solo superados por los “ateo-gnósticos” con el 49% de apoyo, los evangélicos no llegan al 9 por ciento de valoración positiva. En el momento del referendum de octubre de 2016 que debía confirmar los acuerdos en primera instancia, resultó evidente, observan los autores del sondeo “que un amplio grupo de Iglesias evangélicas fueron decisivas para el triunfo del No”.
 “En 2017” afirma Semana, “la fuerza de los evangélicos se sintió como nunca. Un mes antes de la votación del plebiscito inundaron las calles de las principales capitales del país para protestar contra un proyecto de cartillas de educación sexual del Ministerio de Educación”. Posteriormente, muchos pastores evangélicos, junto con los fieles de sus respectivas iglesias, objetaron el efoque de género de los acuerdos de paz que en su opinión atentaba contra la familia. A diferencia de los católicos, cuya jerarquía – aunque discretamente – apoyó el Sí.
Es interesante – y relevante desde el punto de vista político – la proyección que hace el estudio del “Centro Nacional de Consultoría”, según la cual en las elecciones de 2018 acudirán a votar dos millones y medio de católicos y 600.000 cristianos evangélicos. La conclusión de los investigadores es que “Ninguna de estas comunidades tiene la fuerza para elegir por sí sola un candidato, pero ambas incidirán en la elección. Sobre todo la evangélica, que es más cohesionada y activista”.
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