UNA BOMBA CONTRA LOS INDÍGENAS. Se espera para el 16 de agosto una sentencia histórica que decidirá el futuro de los pueblos nativos brasileños

"¡Nuestra historia no empieza en 1988!” es el lema de la campaña contra la sentencia
"¡Nuestra historia no empieza en 1988!” es el lema de la campaña contra la sentencia
La semana que viene, la Corte Suprema de Brasil emitirá una sentencia histórica que podría constituir el golpe más contundente contra los derechos territoriales indígenas desde los tiempos de la dictadura militar. La sentencia se espera para el miércoles 16 de agosto, cuando los jueces decidan si aceptan una propuesta sobre los derechos territoriales indígenas preparada por la oficina del Procurador general. Entre tanto, se esperan protestas masivas en numerosas ciudades del país. Esta propuesta supone que los pueblos indígenas que no estaban ocupando sus tierras ancestrales a la fecha, o antes del 5 de octubre de 1988, cuando la actual Constitución del país entró en vigor, ya no podrán reclamar su derecho a vivir allí. Si los jueces decidieran aprobarla, el nivel de reconocimiento de los derechos indígenas retrocederá varias décadas, con el riesgo de destruir cientos de tribus autosuficientes que dependen de su tierra para conservar su autonomía y su supervivencia.
La organización brasileña “pan-indigena APIB” está organizando numerosos eventos y protestas en Brasilia, la capital, y en todo el país. Las manifestaciones continuarán hasta que se conozca la sentencia bajo el lema “¡Nuestra historia no empieza en 1988! ¡No al marco temporal!”. Los activistas afirman que la propuesta estaría apoyada por el presidente Temer con el propósito de reforzar su posición política. Desde que asumió el cargo, en abril de 2016, tras el impeachment de la ex presidente Dilma Rousseff, Temer ha coleccionado bajísimos índices de aprobación, inestabilidad y protestas generalizadas. Si fuera implementada, la ley beneficiaría al lobby de la agroindustria rural de Brasil, que considera que la protección de las tierras de los pueblos indígenas constituye un obstáculo inútil para generar riqueza.
Los guaraníes Kaiowá del sureste de Brasil son solo una de las tantas tribus que se verían afectadas. Si la medida se aprueba, ya no podrían recuperar la mayor parte de sus territorios. Un portavoz guaraní, Eliseu Guaraní, declaró: “Para nosotros es durísimo este marco temporal… no habrá más reconocimientos legal de nuestros territorios… Hay violencia, tenemos que enfrentar ataques de todo tipo, ataques de los paramilitares, criminalización y racismo”.
Survival International está promoviendo activamente una campaña contra la medida, que es ilegal según el derecho internacional, y está movilizando a sus simpatizantes para que actúen. “El robo de tierras es el mayor problema al que se enfrentan los pueblos indígenas y tribales, y esta propuesta es poco menos que un manifiesto de robo de tierras”, comentó el director general de Survival Stephen Corry. “Es una desintegración evidente de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, que pone sus tierras a merced de agroganaderos, madereros, barones de la soja y a los intereses de otras inversiones ocultas”.
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