¡DÉJENLOS VIVIR! Llamamiento por un pueblo indígena de Colombia diezmado por las enfermedades y la violencia de los madereros, los cultivadores de coca y los paramilitares

Mujer nukak. Más de la mitad de su pueblo ha muerto por las enfermedades y la violencia (foto Survival)
Mujer nukak. Más de la mitad de su pueblo ha muerto por las enfermedades y la violencia (foto Survival)

El pueblo indígena nukak reclama a las autoridades colombianas la restitución de sus tierras ancestrales. Los nukak son una de las tribus más amenazadas del planeta y el último pueblo indígena de Colombia que fue forzado a establecer contacto. Los nukak luchan desde hace casi tres décadas para poder vivir en paz en sus tierras ancestrales. Desde que fueron forzados al contacto en 1988 tuvieron que abandonar su selva debido a los ataques y masacres que sufrieron. Más del 50% de ellos murió por enfermedades como la malaria y la gripe, y por la violencia de los madereros, cocaleros, paramilitares y otros invasores que les arrebataron sus tierras y recursos.

Actualmente hay en Colombia una lista de 65 pueblos indígenas que corren riesgo grave de extinción física y cultural. Pese al dramático récord, el gobierno colombiano todavía no ha implementado una política pública para los pueblos indígenas aislados. En un video exclusivo de Survival International, un representante del pueblo nukak pide al gobierno que le permita a su pueblo regresar a sus territorios ancestrales: “¿Por qué hablamos de territorio? Ahí donde es nuestro territorio, ahí lo tenemos todo. Ahí tenemos nuestros alimentos, nuestra subsistencia. Donde tenemos todos los conocimientos, las enseñanzas para los jóvenes”.

En 1993 el territorio de los nukak fue legalmente reconocido gracias a una campaña internacional que llevó a cabo Survival International,  ONIC y  otras organizaciones. Pero en la práctica su selva ha sido invadida por grupos armados ilegales y cultivadores de coca, y se calcula que esa zona se encuentra sembrada de minas antipersonales. Por otra parte muchos de ellos se vieron envueltos en el violento conflicto armado que durante años sacudió a Colombia y tuvieron que huir de su tierra.

El “Capítulo étnico” del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera que se firmó en 2016 entre el Gobierno de Colombia y las FARC, incluye un acuerdo específico para el retorno y la restitución de los territorios al pueblo indígena nukak,

Sin embargo ellos todavía no han podido volver a su tierra. De sus casas en la selva ya no queda nada y este pueblo nómade que vivía de la caza y la recolección ha quedado prácticamente reducido a comunidades de refugiados sedentarizados. Viven en condiciones precarias en campamentos improvisados con techos de zinc, no pueden cazar ni pescar como antes y para alimentarse dependen de la ayuda del gobierno o se ven obligados a trabajar en condiciones de explotación como recolectores de coca. Padecen enfermedades como la tuberculosis y malnutrición. Alienados y sin esperanzas, muchos consumen drogas y alcohol. Prolifera la violencia doméstica y el abuso sexual, y algunos no encuentran otra salida que el suicidio. “Desde su contacto a finales de los 80, los nukaks han visto morir a la mitad de su pueblo” declaró Stephen Corry, Director general de Suvival. “Han sido devastados por enfermedades transmitidas por misioneros evangelistas y otros invasores de sus tierras y han sufrido en sus carnes la violencia atroz del conflicto armado colombiano. Contra todo pronóstico, sobreviven. Y es hora de que el Gobierno del país los compense por el incalculable sufrimiento que se les ha provocado: ¡devuelvan a los nukaks sus tierras ancestrales!”.

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