EL VIA CRUCIS MÁS GRANDE. Una vez más el Via Crucis de Iztapalapa, en México, anticipa números increíbles

La crucifixión de Iztapalapa, en Ciudad de México
La crucifixión de Iztapalapa, en Ciudad de México

Los números no son todo, pero tampoco dejan dudas sobre la dimensión masiva del evento. Cientos de actores, miles de comparsas, decenas de grupos musicales, y un Cristo elegido entre cientos de aspirantes en un casting digno de Hollywood.

Desde hace 175 años, calculando el Anno Domini 2018, en el Cerro de la Estrella, ubicado en una zona de Ciudad de México que tiene un nombre impronunciable – Iztapalapa – se lleva a cabo una de las representaciones de la Pasión de Cristo más populares y populosas entre todas las que la cristiandad repite en cada rincón del mundo. Nada menos que dos millones de personas participan cada año y en esta oportunidad, aseguran los organizadores de la mayor arquidiócesis de América Latina, todo hace prever que se mantendrán los números.

La tradición se remonta al siglo XIX, al año 1833 para mayor exactitud, cuando los habitantes de Ciudad de México invocaron al Señor de la Cuevita y la epidemia de cólera que diezmaba la población empezó a retroceder hasta que ya no hubo más muertos.

El momento más esperado de la Semana Santa de Iztapalapa es el Viernes Santo. Representar a Cristo en esta mega procesión es un sueño que persiguen decenas de candidatos. Este año el honor, pero también los gastos, le han tocado a Iván Pedro Estrella Mosco, de 24 años, oriundo del barrio de San Pedro. El joven Nazareno fue elegido entre diez candidatos que reunían los severos requisitos exigidos por el Comité Organizador: ser nativo de uno de los ocho barrios de la delegación, ser soltero y sin novia pública u oculta, no tener hijos, tatuajes o piercing; tener 1,75 metros de altura; demostrar que es un buen ciudadano; estar bautizado y haber cumplido con los sacramentos de la primera comunión y confirmación. Y además tener solvencia financiera para cubrir todos los gastos necesarios para participar en la selección y el rol del Mesías crucificado, en el caso de que lo obtuviera.

Además, naturalmente, de tener la fuerza suficiente para cargar sobre sus hombros el madero del suplicio después de la flagelación, una cruz de 95 kilos y seis metros de largo.

Iván Pedro Estrella Mosco aseguró al semanario católico de Ciudad de México Desde la Fe que él participa en el gigantesco Via Crucis de Iztapalapa desde que tenía nueve años, personificando a soldados romanos y nazarenos. En 2013 obtuvo un rol más importante en la escena principal, representando al apóstol Judas Tadeo, y al llegar a la mayoría de edad decidió inscribirse por primera vez como candidato para el rol más deseado, el de Cristo crucificado.

En total, entre el domingo, jueves, viernes y sábado, se realizarán 34 horas de representaciones. En estas jornadas se recorrerán cinco veces en procesión el trayecto de ocho kilómetros por los barrios de Iztapalapa hasta llegar al lugar de la crucifixión, en la parte más alta del Cerro de la Estrella.

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