EL ÚLTIMO DE SU TRIBU. Las extraordinarias imágenes del último sobreviviente de una tribu no contactada de la Amazonia brasileña

La choza y la huerta donde “El último de su tribu” cultiva mandioca y otras verduras. Un hoyo excavado como trampa para cazar animales o para esconderse
La choza y la huerta donde “El último de su tribu” cultiva mandioca y otras verduras. Un hoyo excavado como trampa para cazar animales o para esconderse

El hombre, conocido como “El último de su tribu”, ha dado a entender con toda claridad que no quiere entrar en contacto con el mundo exterior. Precisamente por la falta de interacción, nadie conoce su historia, pero es probable que su tribu haya sido exterminada por pistoleros a sueldo de los ganaderos y terratenientes que están invadiendo la región desde los años ’70.

Por sus campamentos abandonados, sabemos que cultiva maíz, mandioca, papaya y bananas. También sabemos que caza y que cava profundos hoyos donde coloca estacas afiladas para capturar animales. Construye chozas de paja y cañas y dentro cava un hoyo, probablemente para protegerse en caso de ataque.

El FUNAI supo que existía este hombre alrededor de 1990, cuando se encontraron restos de chozas destruidas del tipo que él construye. Pese a que fue atacado por asesinos a sueldo en 2009, ha sobrevivido gracias al trabajo de FUNAI, que tomó medidas para implementar la normativa legal que protege su territorio. Pero ahora esta ley podría estar en peligro.

Esta región es una de las más violentas de Brasil – situación que podría empeorar ulteriormente con las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre – y el presupuesto de FUNAI ha sido considerablemente recortado. Hace años que Survival International, el movimiento global por los pueblos indígenas, presiona al gobierno para que proteja el territorio de este hombre ante los reiterados intentos invasivos de los terratenientes de la zona.

Imágenes como estas son fundamentales en la lucha para defender a las tribus no contactadas, que son los pueblos más vulnerables del planeta. FUNAI debe demostrar que el hombre sigue con vida para mantener la orden de protección sobre su tierra, o de lo contrario los terratenientes que rodean el territorio entrarán de manera rápida y violenta para apropiarse del mismo. “Este hombre, a quien ninguno de nosotros conoce y que ha perdido todo, incluso a su pueblo, nos demuestra que es posible sobrevivir y resistirse al contacto” declaró Altair Algayer, responsable del equipo de FUNAI que está monitoreando el territorio. “Creo que está mejor así que si hubiera establecido contacto con el mundo exterior”.

 ”Las tribus no contactadas no son reliquias primitivas de un pasado remoto. Viven en el aquí y el ahora. Son nuestros contemporáneos y una parte esencial de la diversidad humana, pero se enfrentan a una catástrofe si sus tierras no son protegidas” declaró Stephen Corry, Director General de Survival International.

“Los crímenes terribles que se han cometido contra este hombre y su pueblo no deben repetirse jamás, pero un sinfín de tribus no contactadas se enfrentan a ese mismo destino si no se protegen sus tierras. Solo el clamor de la opinión pública puede aumentar sus posibilidades de supervivencia futura y oponerse a los poderosos intereses de la agroindustria que pretende robar la tierra de las tribus no contactadas, incluso a costa de sus vidas”.

Fiona Watson, Directora de Investigación y Campañas de Survival International, visitó este territorio durante una expedición gubernamental para monitorear la tierra. Ha visto y fotografiado sus chozas y está disponible para realizar entrevistas. Survival puede proporcionar estas imágenes en video y otras adicionales.

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