NUEVAS FOSAS CLANDESTINAS EN MÉXICO. Con el último descubrimiento en el estado de Veracruz el total llega a 1300 en una década, con casi 4000 cadáveres

Una fosa clandestina fotografiada con un dron
Una fosa clandestina fotografiada con un dron

México, un país con más de 35.000 desaparecidos oficiales y un número indeterminado de tumbas clandestinas, sigue desenterrando muertos. La contabilidad está a cargo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que en el mes de julio publicó los espeluznantes números sobre las fosas clandestinas descubiertas en la última década, nada menos de 1.143 en un arco de tiempo que va desde el 1 de enero de 2007 hasta el mes de septiembre de 2016, con un total de 3.230 cadáveres enterrados. Pero con el descubrimiento de 163 nuevas fosas que contienen 530 cadáveres en el último año, las cuentas suben. El saldo, actualizado con 166 cuerpos en el estado de Veracruz la semana pasada, lleva el total a 1.307 fosas y 3.926 cuerpos.

En cuanto a los Estados donde se ha descubierto el mayor número de fosas clandestinas, según el relevamiento hemerográfico de la CNDH, son Veracruz (37), Chihuahua (por lo menos 22), Sinaloa (22), Zacatecas (17) y Jalisco (14), mientras los Estados donde se ha recuperado el mayor número de cuerpos son Jalisco (126), Veracruz (83), Nayarit (70), Zacatecas (51) y Chihuahua (59).

Es importante destacar que la aparición de fosas clandestinas masivas ha sido una constante en la historia reciente de México desde 2011, cuando la guerra contra el crimen organizado que emprendió el presidente Felipe Calderón (2006-2012) alcanzó su punto de mayor intensidad. Ese año se localizaron 236 cuerpos en el estado de Durango, en el centro norte del país, y 193 en Tamaulipas, en el noreste y la frontera con Texas. Desde entonces, la aparición de fosas clandestinas en todo el territorio de México continuó ininterrumpidamente.

En Veracruz, teatro de los últimos descubrimientos, el caso de mayores dimensiones ocurrió en 2016 y 2017, cuando se encontraron los restos de más de 250 personas en un área cercana al puerto de Veracruz denominada Colinas de Santa Fe. En esa oportunidad, un informante anónimo entregó a un colectivo de familiares de desaparecidos un mapa con la ubicación de las tumbas y fueron ellos quienes localizaron los puntos exactos y presionaron a las autoridades para que realizaran las exhumaciones e investigaciones correspondientes.

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