CHILE. LA FACTURA, POR AHORA, NO LA PAGA NADIE. Sobre el caso del “resarcimiento de las víctimas de Karadima” hay una gran confusión, poca transparencia y muchas verdades a medias

Tribunal chileno
Tribunal chileno

Ayer hemos sabido que el en proceso para decidir sobre la solicitud de resarcimiento a las tres víctimas de Karadima – James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo – no hay ninguna sentencia. Lo ha dicho y confirmado Miguel Vásquez, uno de los jueces de la Sala IX de la Corte de Apelaciones de Santiago, instancia que debe decidir sobre la materia. Por lo tanto, la noticia anterior procedente del diario La Tercera, que aseguraba que existía un veredicto en contra del Arzobispado de la Capital, obligado a pagar más de 600.000 dólares, era falsa.

Al respecto, en la prensa chilena se han planteado muchas preguntas, porque todo el asunto de la presunta sentencia no resulta muy claro. ¿Quién y por qué ha dado al diario La Tercera esa noticia? ¿Por qué la desmentida llegó con tanto atraso? ¿Qué está ocurriendo en torno a los jueces que deben decidir? ¿Cuándo van a decidir? Todas estas preguntas, por ahora no tienen respuesta.

Con estas nuevas declaraciones, el juez Miguel Vásquez no hace más que acrecentar la confusión, poniendo en evidencia que el proceso no ha terminado y que tal vez haya que esperar mucho tiempo para una sentencia final. En efecto, al hablar con la prensa local el magistrado ha planteado tres cuestiones, todas ellas complejas:

1. los jueces deben tomar una decisión sobre una posible solicitud de información dirigida al Vaticano. El magistrado no aclaró de qué se trata específicamente, pero habló de una solicitud “dirigida a Mons. Charles Scicluna”.

2. los jueces deben tomar conocimiento y profundizar nuevos documentos entregados por la defensa (vale decir, la carta de febrero de 2009 del cardenal Francisco Javier Errázuriz al entonces Nuncio en Chile, Mons. Giuseppe Pinto, donde reconoce que había cerrado la investigación contra Karadima y no había autorizado que fuera interrogado).

3. los jueces estudiarán también la posibilidad de llamar a las dos partes, es decir a las tres víctimas y al arzobispado de Santiago, para sondear si es factible una conciliación amistosa.

Por último el juez Miguel Vásquez, a diversas preguntas de los periodistas sobre presuntas presiones externas, respondió diciendo: “¡Yo no siento ninguna presión!”.

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