ESPERANDO A LA CORTE. El lunes se dará a conocer el veredicto de La Haya sobre la controversia territorial entre Chile y Perú. Tensión por las nubes

El ex presidente de Chile Sebastián Piñeira y el presidente de Perú Ollanta Humala
El ex presidente de Chile Sebastián Piñeira y el presidente de Perú Ollanta Humala

Crece la tensión entre Chile y Perú, donde los respectivos gobiernos y opiniones públicas esperan con mucha atención, y no pocas preocupaciones y polémicas, el veredicto de la Corte Internacional de La Haya que debe cerrar –el lunes 27 de enero- la vieja controversia entre los dos países por los límites marítimos. Ambos gobiernos se han comprometido a respetar plenamente el veredicto, aunque en las dos naciones algunos sectores políticos difundieron declaraciones de claro tenor beligerante. Al mismo tiempo los gobiernos de Lima y Santiago ratifican ante la prensa los fundamentos de sus posiciones para tranquilizar a sus correspondientes opiniones públicas, expresando su confianza en que la Corte reconocerá sus razones. Pero la Corte no necesariamente debe dar la razón a uno u otro. Los jueces tienen dos alternativas y las dos podrían incluir parcialmente, aunque de manera diferente, los principales argumentos de ambos países. La cuestión es muy delicada, no solo por las seculares tensiones por diferendos limítrofes terrestres y marítimos sino también porque tanto las Fuerzas Armadas de Chile como las de Perú consideran que la totalidad de dicha frontera es de gran relevancia geopolítica. Perú, que hizo la presentación ante la Corte, afirma que los límites ya fueron establecidos en los acuerdos bilaterales  de 1952 y 1954. Chile no acepta esa tesis porque sostiene que dichos Acuerdos se limitaban a la explotación pesquera y no se referían a la frontera marítima. Hace ya mucho tiempo que los Episcopados de Chile y Perú, países que entre 1879 y 1884 -con Bolivia a favor de los peruanos- estuvieron envueltos en una feroz guerra precisamente por esta razón (Guerra del Pacífico o Guerra del salnitro), se encuentran activamente involucrados en reuniones bilaterales, declaraciones conjuntas y actividades pastorales y religiosas, para favorecer un clima de fraternidad y colaboración. El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, mons. Salvador Piñeiro, en octubre del año pasado visitó con su par chileno, mons. Ricardo Ezzati, las ciudades limítrofes de Arica y Tacna, y hace pocos días declaró que “el veredicto será un gran paso en favor de la plena integración entre los dos pueblos”. “Debemos mirar el futuro con mucha esperanza porque se abren nuevas oportunidades para nuestros países”, afirmó.

El domingo 26, el futuro cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, presidirá la Eucaristía para invocar la paz entre los dos pueblos y sobre todo el respeto y la colaboración recíproca. Los obispos de los dos países sostienen, y lo han reiterado en varias oportunidades, que el veredicto debe ser una ocasión para dar impulso a una mayor y más amplia integración. En la declaración conjunta de los episcopados de Chile, Bolivia y Perú (La Paz, 2013) los prelados pusieron el acento en un aspecto de gran importancia: “Somos una unidad geográfica y cultural que la gente de nuestros pueblos sabe reconocer y expresar a través de tantos signos de integración, relaciones interpersonales y muestras de religiosidad popular que traspasan las fronteras”. Pocos meses después, en noviembre de 2013, los obispos de los tres países volvieron a ratificar los mismos conceptos. Ayer, el Presidente de la Comisión Justicia y Paz del episcopado chileno, Sergio Torres, se refirió una vez más a la necesidad de mirar hacia adelante conscientes, “más allá de las fronteras, de que debemos afrontar juntos el desafío de la globalización creciente”. Y simultáneamente los obispos de las ciudades confinantes de Tacna (Perú), mons. Marco Antonio Cortés Lara, y de Arica (Chile), mons. Sharp Langan, informaron en un comunicado conjunto que sus diócesis llevarán a cabo una serie de inciativas. El domingo 26 los dos obispos rezarán una Misa por la paz y la integración en la catedral de Arica y a continuación los prelados harán lo mismo en la catedral de Tacna. Junto a los obispos participarán de las celebraciones numerosos sacerdotes, religiosas y grupos eclesiales de ambas diócesis (Tacna-Moquegua y Arica-Parinacota). Los obispos anunciaron también numerosas iniciativas de oración que ya se están realizando y se prolongarán hasta el próximo martes.

Torna alla Home Page