CHAVISTAS QUE HUYEN DE MADURO. Se debilita cada vez más la franja de apoyo del presidente venezolano

Venezuela's presidential candidate Nicolas Maduro sings during a campaign rally in Caracas

El chavismo podría abandonar a Maduro a su suerte. Es el dato político más relevante de estos días de sangre y fuego que todavía, lamentablemente, no han quedado atrás. Los llamamientos de la Iglesia para crear una mesa de negociaciones todavía no recibieron ninguna respuesta. Probablemente habrá más caos y más sangre hasta que se aplaquen los ánimos, lo suficiente como para retomar el hilo de algo que se asemeje a un diálogo nacional, o por lo menos a una consulta cívica.

Pero encuestas y entrevistas muestran que el chavismo está cada vez menos satisfecho con Maduro y su gobierno, acusado de arrastrar la economía al colapso y abrir el camino a la ingobernabilidad social. Las encuestas no funcionan en las situaciones de máxima polarización, como ocurre en Venezuela, pero la que ha realizado la agencia ORC Consultores collima con análisis que en estas horas se leen y se escuchan en los medios nacionales o en la diáspora venezolana en el exterior. Según las cifras recogidas al comienzo de la crisis, solo un 23 por ciento de los venezolanos aprueba la gestión de Maduro, el 15% de los cuales la define como “buena” y apenas el 7% como “muy buena”. Un año atrás, al comienzo de su mandato, tenía a su favor el 44%. Más del 60% de los venezolanos, entonces, tienen una opinión desfavorable de la gestión del sucesor de Chávez, con un amplio abanico de grados en cuanto a la desaprobación. Es imposible descomponer ulteriormente el dato para comprender qué porcentaje del chavismo confluye en los descontentos. El umbral de tolerancia es peligrosamente bajo para que –pasado el furor de la batalla- no vayan a producirse cambios.

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