Carlos Ñáñez, arzobispo de Córdoba -la segunda ciudad argentina-, está cansado de repetir siempre lo mismo. También está disgustado por la manera en que se difunden las noticias: muchos medios “deforman la realidad de los hechos”, suspira. Pero sabe que es necesario repetir las cosas y que debe volver sobre el tema porque el caso, aunque se pretenda minimizarlo, no es común.
Hace una pocas horas, en la hermosa catedral de la que Monseñor Ñañez es titular, el párroco Carlos Varas bautizó por orden suya a Umma Azul, una bebé regordeta de dos meses (nació el 27 de enero), hija biológica de Carina Villaroel (31 años), ex policía, que hace un año se unió a Soledad Ortiz (28) según la ley de “matrimonio igualitario” aprobada por el Congreso Argentino en julio de 2010. La primera pareja gay que se acogió a la ley en Cordoba, la primera ley de este tipo en toda América Latina. Toda una serie de primados que monseñor Ñañez no desea comentar en este momento, más ocupado en repetir con cristiana paciencia que la situación es igual a la de cualquier otra persona que pide el bautismo: “El bautismo lo recibe la niña. Es un derecho que ella tiene”. Y no es verdad, insiste una vez más, que se haya reunido con las dos mujeres y que haya prometido darles la Confirmación. “En primer lugar, yo no hablé con estas personas; en segundo lugar, no di ninguna autorización para una Confirmación; en tercer lugar ellas (las dos mujeres) vinieron aquí, y sin hablar conmigo, se les dieron indicaciones precisas para dirigirse a una parroquia, donde debían cumplir los requisitos de preparación para el Bautismo. Tanto la madre como los padrinos”. “Y nada más”, concluye el arzobispo cordobés, sabiendo que no será la última vez que deberá dar explicaciones.
Los padrinos son otro capítulo de la historia. Porque a pedido de la pareja uno de los tres “testigos” ha sido nada menos que Cristina Fernández de Kirchner, que no estuvo presente en carne y hueso sino a través de una delegada, la oficial de la guardia presidencial Claudia Fenoccio, que con uniforme de gala ocupó su lugar junto a la pequeña Umma en representación de la presidente argentina.
La costumbre del “padrinazgo presidencial” se remonta a los años de la primera inmigración rusa en Argentina y Cristina Kirchner lo ha ejercido 400 veces. Pero el caso de Umma es el primero no incluído en el decreto presidencial, previsto cuando la madre del séptimo hijo del mismo sexo, varón o mujer, lo solicita. Otra excepcionalidad que monseñor Ñañez no considera necesario comentar. Vuelve en cambio al tema de la obligación de impartir el bautismo cuando se hayan cumplido las obligaciones que asumen los solicitantes (aunque en este caso corresponde hablar en singular) y éstos hayan aceptado explícitamente el compromiso de educar a su hijo en la fe cristiana. “En estos casos yo creo que está en juego la buena fe de las personas”, agrega. Aquí empiezan a plantearse cuestiones un poco más complejas. “Viene mucha gente a vernos para pedir el Bautismo para sus hijos y nosotros confiamos en su buena disposición, pero no tenemos la seguridad absoluta de que respetarán sus deberes ni que, por otra parte, su vida esté completamente en consonancia con los principios evangélicos”.
Monseñor Carlos Ñáñez tampoco cree que haga falta la intervención del Papa y no le hizo ninguna consulta en relación con Umma Azul. Pero a continuación la referencia resulta clara: “La Iglesia actúa como una madre misericordiosa y generosa para abrir las puertas de la salvación. El Bautismo es un derecho de toda persona humana y creo que en ese sentido el Santo Padre, cuando era Arzobispo de Buenos Aires, siempre abogó por una actitud de apertura en la administración de estos sacramentos”. De todos modos la decisión de conceder el bautismo a la hija de una mujer unida a otra en “matrimonio igualitario” no ha sido una iniciativa personal, en cierta forma clandestina respecto al resto de la Iglesia: “Hablé con el Cardenal (Antonio) Cañizares, Prefecto de la Congregación para la disciplina de los Sacramentos, y por lo tanto la Santa Sede está informada”.

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