La principal causa de tensión en América Latina son los grandes proyectos de explotación minera que a menudo afectan a las comunidades aborígenes y las enfrentan unas contra otras. Unos 200 conflictos en América Latina tienen este origen, denuncia el Tribunal Permanente de los Pueblos, que se propone juzgar públicamente a las compañías mineras canadienses responsables de estas violaciones en el continente latinoamericano. Son violaciones de los derechos humanos y del hábitat que provocan con el tiempo daños irreversibles y rompen el tejido social de las comunidades locales, que solo aparentemente y a corto plazo se benefician con las inversiones de las compañías extranjeras. Tales son los principales cargos que el organismo internacional -fundado por el italiano Lelio Basso en el lejano 1979- presentará en Montreal, Canadá. Canadá es precisamente el país más importante a nivel mundial en industria minera, gracias a su legislación que favorece a este sector desde el punto de vista normativo y fiscal. El 75 por ciento de las compañías mineras internacionales tienen sede en Canadá y el 60 por ciento cotiza en la Bolsa de Toronto.
El suelo y la explotación minera es un capítulo que la anunciada encíclica papal sobre el ambiente –y más en general sobre el desarrollo- no dejará de afrontar ya que el tema preocupa a las iglesias de América Latina. En varias oportunidades los desequilibrios ambientales provocados por la actividad minera tuvieron eco en documentos y pronunciamientos de los episcopados nacionales.
Una fuerte denuncia en este sentido se escuchó en México durante el congreso de las iglesias de las dos Américas promovido por el Vaticano y los Caballeros de Colón. En esa sede el cardenal de Honduras, Oscar Rodríguez Maradiaga, coordinador del grupo de consejeros del Papa, apuntó el dedo contra “la explotación de las riquezas mineras realizada por las transnacionales, que envenena el ambiente, expropia al país de sus riquezas y deja a sus espaldas montañas de piedras estériles”. Por ésta y otras razones el documento papal en fase de preparación “hará mucho ruido”, anticipa Gustavo Vera, el argentino fundador de la Asociación La Alameda dedicada al problema de la trata de seres humanos. “Hay empresas que solo apuntan a maximizar sus ganancias y no les importa dañar el planeta”, explica Vera, confirmando al mismo tiempo su aporte al documento pontificio.
Los casos más emblemáticos que pone en evidencia el documento preparatorio del “Tribunal permanente de los pueblos” son aquellos referidos a los proyectos mineros Pascual Lama (Barrick Gold) en Chile y Argentina, Escobal (Tahoe Resources) en Guatemala, San Martín (Goldcorp) en Honduras, Payback (Blackfire Exploration) y Platosa (Excellon Resources) in México.
Cerca de cincuenta organizaciones canadienses y latinoamericanas apoyan el “juicio” contra la industria minera que comenzará en Toronto este jueves, y junto con ellas entidades sindicales, grupos universitarios de investigación sobre el ambiente y asociaciones indígenas y de emigrantes.

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