FANTASMAS ARGENTINOS. La Iglesia y el default. Habla el responsable de la pastoral social: “Que no repercuta en la ocupación y en la gente”

Desaliento y preocupación
Desaliento y preocupación

Hay una mezcla de preocupación y cautela en el mundo eclesial argentino por la falta de acuerdo entre Argentina y los acreedores rebeldes de los hedge funds estadounidenses que ha llevado al país sudamericano al segundo default en trece años. Monseñor Jorge Lozano, presidente de la Comisión de Pastoral Social argentina, declaró a Vatican Insider: “Hay que esperar, porque todavía no se sabe cómo va a evolucionar la situación. Lo más importante para nosotros es que un eventual default no repercuta en la ocupación y en la gente, sobre todo en los sectores más vulnerables de la población, como por otra parte ya habíamos manifestado al concluir la última reunión de la Conferencia Episcopal (el 24 de junio pasado, ndr)”. En esa oportunidad, al comentar la decisión del juez estadounidense Thomas Griesa favorable a los hedge funds, los obispos argentinos asumieron una clara postura a favor de un acuerdo y en contra de “una economía basada solo en la especulación financiera”.

Monseñor Lozano destacó que esta posición no hace más que seguir la que marca el mismo Papa, quien ya en diversas oportunidades se ha expresado en contra del “capitalismo sin límites”. En efecto, en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium Francisco afirma: “Hoy debemos decirle no a una economía de la exclusión y de la desigualdad. Esa economía mata”.

El hecho es que en Buenos Aires vuelven a asomar los fantasmas del 2001, cuando la gravísima crisis económica desembocó en el default de los títulos del Estado por aproximadamente 100 mil millones de dólares, sumiendo al país en el caos. Sin embargo, monseñor Lozano considera que esta comparación es impropia: “Comparar las dos situaciones es un error”, dijo. “En aquel momento, en Argentina había una situación de enorme debilidad institucional, de desconfianza generalizada en las instituciones. En 10 días se sucedieron 5 presidentes y la pobreza rozaba el 50%. Afortunadamente hoy la realidad es completamente diferente”.

Recordando aquellos días dramáticos, el prelado argentino destaca el rol fundamental que tuvo la Iglesia: “Por un lado, se llevó a cabo un trabajo de asistencia inmediata y urgente a las situaciones más graves de pobreza, que se prestó en las parroquias. Se daba de comer a familias enteras, no solamente a los niños. Para reactivar la economía que estaba de rodillas, también se puso en marcha un sistema de intercambio de mercaderías, una especie feria de trueque y por medio de Caritas se crearon bolsas de trabajo que facilitaran el encuentro entre la oferta y la demanda de puestos de trabajo”.

Pero más importante que el trabajo “de campo” fue probablemente el trabjo que realizó la Iglesia a nivel político. Casi un rol de suplencia, frente a una política paralizada y que había caído en el descrédito generalizado. Monseñor Lozano recuerda que el episcopado argentino se movilizó para “favorecer el diálogo entre dirigentes sindicales y asociaciones empresariales y sociales”. Trabajo que luego desembocó “en la solicitud del entonces Presidente Duhalde a la Conferencia Episcopal de que constituyera la “Mesa de diálogo argentino”, en la que tuvieron un rol fundamental los arzobispos Artemio Staffolani, Jorge Casaretto (presidente de Cáritas en ese momento) y Juan Carlos Maccarone. El objetivo de la mesa era convocar al diálogo a los diversos sectores de la sociedad con el propósito de acordar las reformas que se debían adoptar para salir de la crisis y tutelar la democracia y los sectores más gravemente afectados por la situación. Monseñor Lozano agrega que se contó también con la asistencia técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP).

Es una herencia que todavía sigue vigente. “En la Conferencia Episcopal seguimos utilizando esa manera de trabajar. Precisamente a fines de junio se llevó a cabo en la ciudad de Mar del Plata la “Semana social”, titulada este año “El Papa Francisco y la cuestión social”. Todos los años participan representantes de la política, del sindicalismo y de la sociedad civil en general. Por otra parte, a fines de setiembre la Pastoral Social ha organizado un encuentro titulado “Repensar la política”. En fin, la Iglesia argentina sigue favoreciendo el diálogo entre los diversos actores sociales sobre las más diversas problemáticas”, destacó el arzobispo, sin descuidar el trabajo de campo: “Continúa la asistencia que se presta a través de Cáritas a los más pobres y a todos los que todavía sufren por la crisis económica y la inflación”, concluyó.

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