Mujica inclinado sobre el volante de su escarabajo, con su mujer, la senadora Lucía Topolansky, al lado, ya se ha convertido en un ícono del panorama humano de Montevideo, como la famosa rambla sobre el Río de la Plata o el monumento al héroe nacional José Artigas en la plaza Independencia. Más sorprendente es la oferta que ha recibido el presidente de Uruguay (ya ex, después de las recientes elecciones de octubre) de parte de un jeque árabe: un millón de dólares por el Volkswagen modelo 1987 que en el mercado vale 2850.
Le hicieron la propuesta durante la cumbre de países del G77+China que se llevó a cabo en el mes de junio en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierrra. “Me tomó por sorpresa y al principio no le di mucha importancia”, admitió Mujica. “Después me llegó otra propuesta y entonces lo tomé un poco más en serio”, agregó el presidente al semanario uruguayo Búsqueda.
Después se supo que efectivamente la segunda oferta fue de un diplomático acreditado en Uruguay, el embajador de México Felipe Enríquez, quien en una recepción en el pequeño país sudamericano le habría propuesto al presidente Mujica diez vehículos 4×4 a cambio de su escarabajo.
La decisión todavía no ha sido tomada. De todos modos, hizo saber el presidente más pobre del mundo, “si se concreta, todo el dinero irá al Plan Juntos”, un programa para la construcción de casas destinadas a familias de escasos recursos.