Mientras las notas de la Misa Criolla resonaban en la basílica de San Pedro, a diez mil kilómetros de distancia, en la plaza mexicana frente a la basílica de Guadalupe, se elevaba un grito unánime: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”. La protesta por la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa no dejó al margen ni siquiera la celebración de la Virgen de Guadalupe. Esta vez la fiesta –que conmemora 483 años de la primera aparición mariana en el monte Tepeyac- será recordada como el año que se rezó por las víctimas de la violencia en México.
Fueron las mismas autoridades religiosas las que hicieron referencia –sin citarlos expresamente- a los hechos que sacudieron la opinión pública mexicana. Empezando por el nuncio apostólico en México, monseñor Christopher Pierre, quien durante la tradicional “misa de las rosas” –el acontecimiento central de los festejos guadalupanos- invocó el “consuelo” de la Virgen por las víctimas de la “violencia” y de la “pobreza” que hay en México.
Desde al altar de la Basílica de Guadalupe el representante papal dijo: ““Te damos gracias y te pedimos por tantos hermanos nuestros que sufren en México y en el mundo a causa de la violencia, de la pobreza y de la enfermedad. Que el Señor con la intermediación de nuestra madre de Guadalupe les de su consuelo y los libre del mal”.
El pensamiento de miles de personas presentes voló inevitablemente a los estudiantes de Ayotzinapa que desaparecieron el 26 de septiembre, de los que todavía faltan 42 después de la reciente identificación del cuerpo de uno de ellos, Alexander Mora Venacio. En ese momento los fieles presentes en la plaza levantaron los brazos gritando “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Doce horas antes, en la “Misa de gallo” en honor de la Guadalupana, el rector del santuario, monseñor Enrique Glennie, había denunciado con palabras muy semejantes la “violencia” y la “muerte” que afligen a México. “El mensaje de la Virgen de Guadalupe es un mensaje de paz, de unidad, de amor y de esperanza. ¿Por qué no lo hemos escuchado correctamente? Nuestra pobre historia humana actual está llena de tragedias, traiciones, violencia, divisiones, odios, guerras, corrupción y muerte ¿Qué hemos hecho mal? ¿No podríamos transformar nuestra realidad, tejida de dolor, llanto y tristeza, en una realidad feliz, llena de flores y cantos?”. Y pidió a los fieles que unieran esfuerzos para la “creación de un México más sereno, más justo, más equitativo, menos corrupto, menos violento, y sí más fraterno. Nos falta entendernos y aceptarnos como hermanos”.
Contemporaneamente a la misa en el santuario, pero siempre bajo el signo de la Virgen, un grupo de mujeres realizó una marcha en Ciudad de México desde la plaza central del Zócalo hasta la sede del gobierno, para protestar por los miles de desaparecidos en el país y “por las miles de madres que murieron buscando a sus hijos”
Vestidas de luto y llevando imágenes de la Virgen de Guadalupe, querían simbolizar que la patrona de México y de America Latina también está de luto por las desapariciones y los asesinatos.
Según los cálculos, este año siete millones de peregrinos acudieron desde distintos puntos del país hasta el santuario mariano más importante del mundo. Muchos de ellos llegaron desde las regiones más pobres de México, como el estado de Guerrero donde vivían los estudiantes.