No fueron incinerados, como se suponía hasta hace poco. La versión oficial que dio el procurador general Murillo Karam el 7 de noviembre –tras la confesión de tres sicarios narcos, según la cual los 46 estudiantes fueron asesinados y luego quemados durante varias horas en un basural cercano a Iguala, en el estado de Guerrero- quedó desmentida por el diario de a bordo de un piloto militar que sobrevoló la zona de la masacre precisamente el mismo día y en las mismas horas en que supuestamente se habría encendido la hoguera (entre el 26 y el 27 de septiembre, pocas horas después de la captura de los estudiantes). La investigación que llevó a cabo la revista mexicana Proceso cita al piloto, Andrés Pascual Chombo López, quien aquel mismo día realizó varios vuelos, registrando en el informe que no había “ninguna novedad” para señalar. Lo mismo hizo un helicóptero del gobierno de Guerrero que participó en la búsqueda realizando vuelos a baja altura durante esas horas.
El resultado de la investigación solo viene a confirmar las dudas que desde hace tiempo se iban acumulando sobre la veracidad del relato que hicieron los sicarios del cartel narco de los Guerreros Unidos.
Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en efecto, afirmaron que para quemar 43 cuerpos hasta reducirlos a cenizas –los restos que se encontraron y se sospecha pueden ser de los estudiantes estaban en tan mal estado que fueron enviados a un laboratorio especial de Innsbruck, Austria- hubiera sido necesario utilizar 33 toneladas de troncos a temperaturas superiores a los 500 grados. Por último, y probablemente el detalle más importante, una hoguera de estas dimensiones hubiera provocado una columna de fuego y humo fácilmente visible a kilómetros de distancia, sobre todo desde el aire.
Mientras los medios de información mexicanos informan que el gobierno de Peña Nieto anunció que se suspendía la búsqueda de los 42 jóvenes que todavía faltan (el cuerpo de uno de ellos fue identificado hace un tiempo), el mundo sigue preguntándose qué ocurrió con los estudiantes.