MÉXICO. LOS OTROS “CHAPOS” EN LIBERTAD. Quiénes son los narcos más buscados que todavía están libres

Foto de un taller mecánico en un barrio de Caracas, en Venezuela. Una burla contra el presidente mexicano Enrique Peña Nieto que circula en la Web
Foto de un taller mecánico en un barrio de Caracas, en Venezuela. Una burla contra el presidente mexicano Enrique Peña Nieto que circula en la Web

El heredero, el predecesor y la narcomamá. El Chapo era el más famoso, pero no es el único narcotraficante prófugo por el que se ofrecen recompensas millonarias. Un documentado artículo del diario uruguayo El Observador ofrece los datos para repasar los casos más significativos. Empezando por Ismael “El Mayo” Zambada, sucesor del Chapo. Sobre El Mayo ya habíamos contado que la DEA  lo considera el capo más poderoso de México, que tiene el monopolio de la exportación de heroína a los Estados Unidos y controla los 3.200 kilómetros de la frontera. De hecho, el Cártel de Sinaloa estaba dirigido por una diarquía del Chapo y Zambada. Tan es así que el diario mexicano Jornada, según datos proporcionados por fuentes del gobierno, refiere que las primeras investigaciones apuntan precisamente al Mayo como responsable de ordenar el rescate de su socio, con la ayuda de otro personaje clave, Damasco López Núñez, apodado “El Licenciado”, ex jefe de seguridad de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, de donde el Chapo escapó –¡qué casualidad!- en 2001.

El ascenso de esa dupla comienza con la muerte de Amado Carrillo (jefe del Cártel de Juárez) en 1990. Poco tiempo después el Cártel de Sinaloa ya se había consolidado como una federación de cárteles que administraba el narcotráfico hacia Estados Unidos y América Latina, con tres familias en la cúpula: los Guzmán, los Zambada y los parientes de Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”. A diferencia de los otros socios, El Mayo nunca conoció la cárcel. A los 66 años está en la cumbre del narcotráfico desde los años ’80. A cualquier persona que pueda proporcionar información útil para su captura, la DEA ofrece una bandeja con 5 millones de dólares.

El tercer jefe de Sinaloa, El Azul –así llamado por el color de su piel- es otro de los grandes capos buscados. De los tres, es el que mantuvo el perfil más bajo y poco se sabe sobre su vida: hijo de un ganadero acaudalado, siendo joven formó parte de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad. A los 22 años ingresó en el mundo del narcotráfico de la mano de Amado Carrillo Fuentes, jefe del cártel de Juárez. Estuvo dos veces en la cárcel: la primera en 1986, por el asesinato del agente infiltrado de la DEA Enrique Kiki Camarena. Curiosamente, en esa oportunidad fue recluído en la misma cárcel de la que ahora escapó Guzmán. Recuperó la libertad en 1993 y nunca más fue capturado. En 2014 se difundió la noticia de su muerte pero no ha sido confirmada.

Rafael Caro Quintero. Es el fundador del desaparecido cártel de Guadalajara y uno de los principales jefes del narcotráfico de México en los años ’80, cuando se lo conocía como “el Narco de Narcos”. Capturado en 1985 estuvo en la cárcel 28 años, hasta 2013, cuando un tribunal mexicano ordenó que fuera puesto en libertad absolviéndolo de la acusación de homicidio de Enrique Kiki Camarena (el mismo caso que llevó al arresto de El Azul), el agente infiltrado que llegó a ser uno de sus principales hombres de confianza y que fue decisivo para el desmantelamiento del cártel de Guadalajara.

Aunque recientes revelaciones de funcionarios estadounidenses avalan la tesis de que Caro Quintero no estaba involucrado, actualmente tiene de nuevo orden de captura y, lo mismo que por El Mayo, la DEA ofrece 5 millones de dólares a cualquier persona que puede aportar información útil.

Por último, la narco-mamá. Enedina Arellano Félix, la única mujer capo buscada en México. Su apellido habla por sí mismo: en efecto, forma parte de la familia Arellano Félix, fundadora del cártel de Tijuana, igualmente poderoso y principal enemigo del cártel de Sinaloa. Tiene 55 años y ha tomado las riendas del negocio después de la muerte o captura de sus hermanos. Desde 2008 la DEA la considera la mujer más poderosa del mundo del narcotráfico, donde se la conoce como “La Jefa” o la “Narcomami”. Junto con su marido es dueña de empresas dedicadas al lavado de dinero. Según un artículo publicado en el mes de junio por la revista Time, el hecho de tener más visión empresarial, ser hermosa y discreta y “sin la conducta de un asesino sádico, como sus hermanos”, serían las claves de su éxito.

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