Una carta solicita al Papa, “sacerdote latinoamericano”, que reciba a una delegación formada por padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en México hace nueve meses y casi seguramente asesinados por sicarios del narcotráfico. “Usted conoce la realidad de nuestros pueblos. Sabemos que México está en sus oraciones y comprendemos que, si bien no tiene una fecha para visitar nuestro ensangrentado país, la situación de México ocupa un lugar trascendental en su agenda del alma”, dicen los autores de la carta, la Coalición de Mexicanos sin Fronteras e Inmigrantes, junto con otras organizaciones. “Confiamos en su buena voluntad para aceptar lo que el pueblo mexicoamericano le pide; tan solo un instante, un abrazo, una bendición, unas palabras que sirvan de aliento para continuar en nuestra búsqueda de justicia y dignidad”, afirma la carta, fechada el 4 de julio pero distribuida el miércoles 19 por el Observatorio de Ciudadanía binacional, con copia para el arzobispo de Philadelphia Charles Chaput; el gobernador de ese mismo Estado, Tom Wolf, y el alcalde Michel Nutter.
La intención de los solicitantes es que el encuentro se realice durante la visita de Francisco a los Estados Unidos (22 al 26 de septiembre), en el marco del Congreso Mundial de Familias- Filadelfia 2015. La carta, titulada “México es Ayotzinapa y México acude al Papa”, es un grito de ayuda al Pontífice: “Dios conoce la tremenda crisis humana que el pueblo mexicano vive con dolor desde hace más de una década. México, en consonancia con otras latitudes del mundo, es hoy por hoy una nación herida por la descomposición social derivada de un círculo de violencia enajenante”
La campaña a favor del encuentro entre los padres y el Papa tiene un grupo de Facebook y se ocupa además de reunir fondos para financiar los gastos de las visas y estadía de la delegación que irá a Estados Unidos. La delegación de padres de Ayotzinapa ya ha cruzado las fronteras mexicanas en abril del año pasado, cuando realizó una gira por varios países de Europa, entre ellos Italia.
Pero a 9 meses de los trágicos hechos -43 estudiantes desaparecidos, 3 asesinados y cerca de veinte heridos- los padres todavía no han encontrado justicia. El gobierno mexicano afirma que los estudiantes fueron detenidos por la policía municipal en una manifestación y entregados a sicarios que los mataron y luego quemaron los cuerpos en un basural, arrojando los restos a un río para borrar todas las huellas. Si bien el crimen hace pensar en una colaboración entre narcotraficantes y políticos locales –en el momento se consideró que el mandante del crimen fue el alcalde de Iguala- los padres no creen en esta versión. Mientras tanto en México, y sobre todo precisamente en el Estado de Guerrero, teatro de la desaparición, siguen encontrando fosas comunes y cuerpos sin nombre.
Porque Ayotzinapa no es un caso único en el brutal México contemporáneo. En un documento que acompaña la carta, los mismos mexicanos le recuerdan al Papa las cifras de la violencia: “Alrededor de 85mil personas fueron asesinadas durante el gobierno de Felipe Calderón, y en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, se estiman 8 mil desaparecidos. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México”. Con un dato ulterior: muchas de las víctimas son sacerdotes, a tal punto que México es considerado el país más peligroso de América Latina para los que usan sontana. Esta situación ha llevado a la misma Arquidiócesis mexicana a definirlo lisa y llanamente como “el país de las masacres”.