El diario El Faro de El Salvador, país donde el flujo migratorio hacia Estados Unidos es uno de los más continuos de América Central, ha dado gran relieve a las palabras de Mario Vargas Llosa durante un programa de televisión en Estados Unidos. Aunque el premio Nobel peruano considera que Donald Trump no tiene ninguna posibilidad de triunfar en las primarias del Partido Republicano, no oculta su preocupación por la buena acogida que ha recibido su “demagogia racista” en la sociedad estadounidense. “A veces los prejuicios son más profundos que la racionalidad”, afirmó en el curso de una entrevista televisiva en Charleston.
El millonario aspirante a la Casa Blanca (la revista Forbes estima su fortuna en 4.500 millones de dólares aunque él dice que son 10.000 millones) declara que está dispuesto a expulsar más de 11 millones de inmigrantes clandestinos que residen en Estados Unidos (entre ellos cientos de miles de salvadoreños) y reforzar las medidas de seguridad en la frontera sur si resulta elegido. Una posibilidad que Vargas Llosa excluye categóricamente: “No creo que haya ninguna posibilidad de que se convierta siquiera en el candidato del Partido Republicano”, pronosticó el Nobel cuando el periodista argentino Andrés Oppenheimer le preguntó si le asustaba el “fenómeno Trump”. “Es triste que un personaje así haya llegado a entusiasmar a un sector; minoritario, sí, pero realmente hay un sector que lo apoya, porque se identifica con su visión de la inmigración, el creer que los migrantes son asesinos, violadores o asaltantes… es el viejo racismo, de las cavernas, un sentimiento que desgraciadamente siempre circula en todas las sociedades, incluso en las más avanzadas”.
El escritor peruano afirmó –apoyándose “en todas las estadísticas”- que los migrantes “traen riqueza y crean trabajo, que dan mucho más que lo que reciben en los países de acogida”. “Pero desgraciadamente ninguna sociedad está vacunada contra el racismo, contra la xenofobia, contra ese patrioterismo ingenuo y tonto”, agregó.