Después del Papa Francisco – Juan Pablo II corrió la misma suerte, aunque nofue así con Benedicto XVI- Ernesto “Che” Guevara también tendrá sus tiras. Pero no estarán combinadas con estrellas, como en estos tiempos se ve cada vez más por las calles de La Habana. Las tiras son de comics o historietas, como se dice en Latinoamérica, un noble género literiario, muy difundido en este continente, que periódicamente tiene sus momentos de gloria. Hoy ya empezaron a circular las primeras viñetas sobre la vida del revolucionario argentino transplantado a Cuba, ilustradas con dibujos en tinta china y en base a la biografía escrita por Jon Lee Anderson, que prometen recibir especial atención de los amantes de este arte y no solo de ellos. La obra será presentada a fines de noviembre en la popular feria del libro de Guadalajara, en México.
La historieta del “Che” Guevara es el resultado de la colaboración de Anderson, periodista del New Yorker y autor de la biografía internacionalmente más conocida sobre Ernesto Guevara, y José Hernández, caricaturista mexicano, codirector de la revista de humor político “El Chamuco” y miembro del equipo de gráficos del diario “La Jornada”. Ambos anticiparon algunos detalles al periodista Juan Carlos Pérez de BBC Mundo sobre lo que se podrá ver dentro de un mes. Sabemos así que la obra está dividida en tres partes, que corresponden a la vida y la gesta de Guevara en tres contextos geográficos diferentes: México, Cuba y Bolivia. “Quería contar una historia, no solo ilustrar una biografía”, afirma Hernández, quien después habla de un “proyecto monumental” que toma la biografía de Anderson y la desmenuza en un relato no lineal, comenzando con la carta del Che a Fidel Castro poco antes de dejar Cuba en 1965 para internacionalizar la revolución.
Según lo que anticipan los autores, se habrían evitado algunos lugares comunes, como la famosa foto de Alberto Díaz Korda que muestra al Che con la boina vasca negra y la mirada fija en el horizonte, pero no todos, ya que Anderson explica que Guevara se retrata como “una especie de Cristo moderno, la efigie del guerrillero, del visionario, del hombre dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias por sus ideas”.