Basta ver la fotografía (arriba) para comprender que la iglesia de San Lucas Colán, en Piura, al norte de Perú, es uno de los tesoros religiosos, culturales y arquitectónicos más preciados de Sudamérica. El templo de 1535, a pesar de que se encuentra dentro de la lista de “monumentos históricos nacionales” hoy es “víctima de la negligencia y de la inacción de las autoridades del país”, que no son capaces de tomar conciencia de que las próximas lluvias torrenciales que acompañan el fenómenos meteorológico de el “Niño” ponen seriamente en peligro este bien inestimable. El pequeño templo construido hace 480 años con piedra, arena y madera, es la iglesia más antigua de la región del Pacífico sudamericano y, obviamente, fue obra de los conquistadores españoles.
La arquidiócesis de Piura, en un reciente comunicado que firma su arzobispo, mons. José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., recuerda que serían suficientes 20.000 dólares para evitar los daños, obviamente irreparables, y lanza la alarma con estas palabras: “A pesar de las reiteradas promesas del Ministerio de Cultura de transferir los fondos necesarios, estos no se han realizado hasta la fecha”. La Arquidiócesis se lamenta porque otros sitios arqueológicos se cuidan y protegen pero no ocurre lo mismo con algunos patrimonios monumentales como la iglesia de San Lucas de Colán, la Iglesia del Carmen o la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced. El comunicado explica que este templo es “un testimonio elocuente de que la fe cristiana y católica sella profundamente nuestra identidad como Región y Nación”.
Como es sabido, el “Niño” es un fenómeno meteorológico cíclico que se produce en el Océano Pacífico occidental ecuatorial y se caracteriza por lluvias particularmente intensas y persistentes en la costa de América del Sur. Según las previsiones de los especialistas que estudian y siguen este fenómeno, que muchas veces tiene consecuencias en todo el planeta, es muy probable que las próximas e inminentes lluvias sean catastróficas.