Crónica de un país que pierde batallas contra la pobreza y el subdesarrollo. Haití, país esencialmente agrícola, no llega a cubrir ni siquiera el 30 por ciento de sus propias necesidades alimentarias, informa Le Nouveliste, el principal diario del país caribeño, que fue colonia francesa y uno de las primeras naciones de América que declaró su independencia. Las cifras son despiadadas. En 2015 la agricultura no superó el 20.4% del Producto Bruto Interno, la peor performance de toda su historia nacional. “La guerra por la soberanía alimentaria parece perdida”, comenta el diario en lengua francesa. “Según los datos que dio a conocer la Coordinación nacional para la seguridad alimentaria, se estima que la cantidad necesaria de cereales es de dos millones de toneladas, pero solo se ha cubierto una tercera parte, 759.000 toneladas, que representan no más de un 30,43 por ciento”. El diario lamenta que “los fondos destinados al sector agrícola raramente son canalizados hacia los verdaderos actores económicos”.
Hay dos datos que resultan elocuentes sobre el descalabro del territorio y la mala administración que padece. Los espacios destinados a la producción agrícola disminuyen gradualmente y cerca de 70.000 hectáreas de tierras con riego no se hacen producir. El 90 por ciento del agua de lluvia que cae anualmente en la isla termina en el mar en vez de ser utilizada con fines agrícolas.