Con poco menos de dos meses de ejercicio del interinato presidencial, Michel Temer está muy lejos de haber conquistado la aprobación de los brasileños. Solo el 13% de sus compatriotas aprueba su gobierno, según una encuesta de la Cni/Ibope que se realizó entre el 24 y el 27 de junio sobre una muestra de 2.002 personas en 141 municipios. Es un porcentaje levemente superior a la aprobación que tenía Dilma Rousseff antes de que el Parlamento la suspendiera en el cargo, en el mes de mayo. Sin embargo, solo en 39% de los entrevistados considera que el gobierno de Temer es “negativo” o “pésimo”, contra el 62% que se había declarado en contra del ejecutivo anterior. Temer – uno de los principales arquitectos del impeachment contra su ex aliada Rousseff – corre por otra parte el riesgo de ser arrastrado por el escándalo de Petrobras, la gigantesca red de corrupción que ya le costó dos ministros en veinte días. Rousseff nunca estuvo involucrada en el escándalo, pero la mayoría de los brasileños considera que es culpable de connivencia. Por eso, según un sondeo del mes de junio, el 62% de los interrogados consideraba justa la decisión de suspender a Rousseff – a la espera del juicio propiamente dicho a cargo del Senado – , mientras el 54,8% consideraba que el actual ejecutivo “es igual que el anterior y no ha habido ningún verdadero cambio en el país”.
SI DILMA LLORA, TEMER NO RÍE. Solo el 13% de los brasileños aprueba lo actuado por el presidente ad interim, a cargo desde el 16 de mayo

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