El problema de la trata es uno de esos que sangran y el gobierno boliviano lanza una campaña de prevención que se extenderá hasta el 30 de julio, en coincidencia con la Jornada internacional contra el tráfico de personas. “Un flagelo” lo califican las autoridades del país andino, que desde 2012 hasta fines de mayo de 2016 ha registrado 1938 casos comprobados. Y lo que es peor, solo 12 sentencias de condena.
Hay que decir que el tráfico de personas es un fenómeno subterráneo en todas las latitudes, sobre todo en América Latina. Por lo general no hay muchos datos y es loable el esfuerzo que realiza la “Dirección General de Trata y Tráfico” de Bolivia para que la sociedad tome conciencia del problema. Desde que se promulgó la Ley Integral 263 para la lucha contra la Trata y el Tráfico de personas, se han registrado 456 casos en 2012, 228 en 2013, 515 en 2014 y 506 en 2015. Desde enero hasta mayo de este año, los casos hay 233 casos conocidos.
El informe sobre el fenómeno elaborado por la Dirección General de Trata y Tráfico pone en evidencia que el mayor número de casos ocurren en las ciudades bolivianas de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba.
Son desalentadores en cambio los datos de la Magistratura boliviana, que registra solo 12 juicios por trata que hayan culminado en una sentencia, mientras hay 85 –todos abiertos en 2014 sobre un total de 808 denuncias- que todavía siguen abiertos.