Las medidas para asistir a los migrantes no se improvisan. Requieren específicos conocimientos, capacidad de investigación y uso de instrumentos apropiados para intervenir en una realidad compleja y en constante expansión. Esta es, en síntesis, la perspectiva que sustentan las escuelas de formación que se abren en diversos puntos de América Latina, destinadas a preparar profesionales que sepan intervenir de manera idónea en el fenómeno de los flujos migratorios internos de cada país o continentales, es decir, que involucran varios países de tránsito hacia los Estados Unidos como principal país de destino.
El Consejo Episcopal para América Latina, con sede en Bogotá, Colombia, comenzará con una diplomatura en el ámbito de su propia Escuela Social, que se propone ofrecer a los participantes “herramientas para acompañar migrantes, desplazados y refugiados”. Tendrá una duración de dos meses y habilitará a los participantes – que recibirán un diploma al completar el curso – para intervenir con propiedad en la transformación de la realidad migratoria. “Los cursos” especifica el CELAM “estarán basados en la Doctrina Social de la Iglesia” y tendrán “una fuerte impronta misionera, apuntando a la transformación de la realidad social”.
En la misma línea, la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia anuncia una diplomatura en Derechos humanos de los migrantes y Acuerdos Internacionales. Se dictará en Bogotá con el propósito de “brindar un espacio de reflexión y capacitación a funcionarios del Estado colombiano, miembros de organizaciones de la sociedad civil y de organismos de cooperación internacional”, sobre herramientas conceptuales y analíticas del Derecho internacional, las Relaciones internacionales y la Legislación colombiana, para contribuir a mejorar la protección de los derechos humanos de los migrantes colombianos en el marco de los acuerdos internacionales”. El programa consta de tres módulos, el primero de los cuales desarrollará el tema Marco de protección de los derechos humanos de los migrantes a nivel regional, nacional e internacional (20 horas). El segundo, Implicaciones y retos de los Acuerdos Internacionales de cara a la protección de los derechos humanos de los migrantes (40 horas), que incluye el tema de la vulnerabilidad de los migrantes de acuerdo con las modalidades de la delincuencia organizada transnacional: trata de personas; tráfico ilícito de migrantes; tráfico de drogas; delito ambiental; mercancía falsificada; delincuencia cibernética. Por último, un módulo dedicado a Lecciones y aprendizajes para la construcción de políticas públicas en Colombia, con aras a una protección integral y más eficaz de los derechos humanos de los migrantes colombianos en el contexto de la globalización (48 horas).