Fe y prosperidad no puede existir una sin la otra, predican los pastores de la Iglesia Universal del Reino de Dios, una confesión evangélica pentecostal brasileña con 8 millones de adeptos en todo el mundo. Y para que el connubio quede demostrado, el jueves próximo inauguran una imponente réplica del bíblico Templo de Salomón, en San Pablo. Costo: 288 millones de dólares.
Fueron necesarios cuatro años para terminarlo. Los 40 mil metros cuadrados de piedras para la construcción provienen de Israel, de Hebrón. Los importó Edir Macedo, el líder de la Iglesia Universal creada hace treinta años en Brasil y ya felizmente implantada en un centenar de países.
El gigantesco edificio es una reproducción del Templo de Salomón del que todavía se conservan restos en Jerusalén. Tiene una altura de 52 metros, 105 de ancho y 121 de largo. El grandioso monumento estará decorado con doce olivos importados de Uruguay y otros elementos que hacen referencia a Tierra Santa. Y al igual que Tierra Santa, la intención de su promotor es que se convierta en meta de peregrinaciones para los evangélicos del continente sudamericano, que han crecido considerablemente en los últimos veinte años.
En Brasil –según las cifras proporcionadas por la Oficina de Prensa de la Iglesia Universal- se habrían duplicado entre los años 2000 y 2010, alcanzando el 22,22 por ciento del total de la población del país, que ostenta el mayor número de católicos en el mundo. Una realidad que incluso electoralmente es más que significativa.
Las fuentes evangélicas también informan que en la inauguración estará presente Dilma Rousseff, quien tiene por delante los comicios presidenciales del próximo mes de octubre, en los que se presenta como candidata para la reelección.

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