Ellos también preparan las valijas. Es solo una forma de decir, porque no van a necesitar demasiado equipaje. El destino del viaje, sin escalas ni pasaje de vuelta, será el pequeño Uruguay, encastrado entre la Argentina y el inmenso Brasil, que goza de un clima básicamente templado. Todavía no se conoce la fecha exacta en que llegarán los seis detenidos de Guantánamo, parte del grupo de 149 reclusos que todavía quedan en la base estadounidense. El gobierno de José “Pepe” Mujica no quiere grandes alharacas y ya hizo saber que serán recibidos discretamente sin hacer anuncios, de un momento a otro. Irán a Uruguay –novedad absoluta en casos como éste- junto con sus respectivas familias, ya que es “prácticamente imposible”, observó el ministro de Relaciones Exteriores Luis Almagro, “que algún día puedan retornar a sus países”.
Mujica ya lo había anunciado en marzo y lo confirmó personalmente a Barak Obama durante la visita que realizó en junio. El curriculum de los seis detenidos habría sido evaluado atentamente por “agencias de inteligencia que conocen muy bien lo que ocurre en Medio Oriente”, aclara el gobierno para transmitir tranquilidad, y éstas han llegado a la conclusión de que no constituyen un riesgo para Uruguay.
ametalli@gmail.com
