CUBA. PIEDRAS QUE GRITAN. Comienza la construcción de la primera iglesia de la era de la revolución

El padre Cirilo Castro en el terreno donde se levantará la nueva iglesia
El padre Cirilo Castro en el terreno donde se levantará la nueva iglesia

Los hombres y mujeres de la localidad de Sandino han asistido a un pequeño milagro. Tuvieron que pasar 55 años, desde la revolución castrista, para que la imagen de la Virgen de la Caridad pudiera recorrer las calles de esta pequeña ciudad cubana en la provincia de Pinar del Río, la más occidental de la isla. Gracias al financiamiento de la comunidad parroquial de San Lorenzo de Tampa (Florida), compuesta en su mayoría por fieles de origen cubano, se colocó la primera piedra de la que será la primera iglesia católica que se construye desde la revolución. Una señal evidente de la distensión que se respira en las relaciones diplomáticas entre el gobierno cubano y las autoridades religiosas, como ha declarado en una entrevista telefónica a “Associated Press” Enrique López Oliva, profesor de Historia de las religiones de la Universidad de La Habana: “Construir un templo católico es un claro indicio de una nueva fase”.

La Iglesia se levantará en el municipio de Sandino, una zona habitada casi exclusivamente por campesinos dedicados al cultivo de cítricos y tabaco. La historia del asentamiento es reciente, como se puede leer en las columnas de “El Nuevo Herald”: a principios de la década del ’60 la población de la zona montañosa de Escambray, en el centro de la isla, fue deportada a un lugar aislado, bajo la acusación de colaborar con los grupos contrarrevolucionarios que trataban de derrocar a Fidel Castro. Como explica una breve nota del boletín dominical “Vida Cristiana” que se distribuye a los fieles al terminar la misa, el nuevo edificio ocupará una superficie de 800 metros cuadrados y tendrá capacidad para 200 personas. El párroco titular será el padre Cirilo Castro, sacerdote de Las Martinas y Sandino, que en el año 2010 visitó la parroquia de San Lorenzo, en Tampa (EEUU) y aceptó la propuesta del padreThomas Morgan de hermanar las dos ciudades. El proyecto contó asimismo con el apoyo del padre Ramón Hernández, originario de la provincia de Pinar del Rio, que actualmente ejerce su ministerio en la diócesis estadounidense.

Hasta ahora los católicos de Sandino no tenían un lugar para rezar y recibir los sacramentos. A semejanza de las primeras comunidades cristianas se reunían en casas particulares que ponían a disposición los mismos fieles. En la isla hay más de dos mil casas de oración reconocidas por la Conferencia episcopal cubana, que las llama “fortalezas de la Iglesia”.

Si bien Cuba no es un país de fuerte tradición católica, es innegable el creciente despertar de la fe en el pueblo. “Por otra parte –señala el padre Castro- muchas personas nunca dejaron completamente la fe católica, pero tenían miedo de proclamarla a la luz del sol”. El obispo de Pinar del Río, mons. Jorge Enrique Serpa, también ha recibido como una bendición la construcción de la nueva iglesia. No considera que sea el objetivo final, sino solamente un paso en el camino que llevará a muchos cubanos a salir de su condición de ostracismo.

¿Acaso se está produciendo en tierra cubana una nueva y silenciosa revolución? La historia cristiana no se construye con hechos clamorosos. Renace y se manifiesta siempre así, muchas veces en lugares alejados del escenario de la historia oficial. En Sandino o en Nazareth. Una comparación tan osada como fascinante. Hace dos mil años mucha gente se preguntaba si algo bueno podía venir de Nazareth.

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