¿Qué pensaría el mítico Che Guevara del salto en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos? “No lo sé”, admite Juan Martín Guevara, alguien que conocía muy bien al revolucionario argentino ya que era su hermano menor. “El mundo ha cambiado en estos años” contesta haciendo un gesto de desconcierto con las manos. Y no en el sentido que hubiera deseado el Che.
Entrevistado por el diario argentino MDZ, el menor de los cinco hermanos Guevara no ahorró elogios y agradecimiento al Papa Francisco. “Esta gestión que hizo es de un religioso, pero con una visión de largo plazo, política o geopolítica”. Manifestó después su esperanza de que la tarea de Bergoglio encuentre tierra fértil “en todos los lados donde hay conflictos” y que “consiga resultados como éste, positivos”. Después agregó que “Hay que apoyarlo en todas las gestiones por la pacificación que él pueda hacer, entre los países y entre la gente”.
Pero además de ser hermano del legendario Che –“ Ser el hermano del Che es una parte mía: en dos oportunidades tirotearon y ametrallaron mi casa, una vez pusieron una bomba. No era algo más, algo que no importaba. Ni siquiera era algo muy divertido”-, Juan Martín Guevara conoce muy bien a Cuba por otra razón. Es presidente de una empresa que comercializa cigarros cubanos y los vende incluso en Estados Unidos, y sin duda su actividad no puede dejar de verse beneficiada por el deshielo entre ambos países. El acuerdo ”va a ser beneficioso no solo para los cubanoamericanos, sino que cualquier norteamericano va a poder viajar y comerciar”, observa Guevara. Por otra parte, explica, ya en este momento ocurre que “cada año son entre 150 y 180 mil los cubanoamericanos que viajan a Cuba. Hay una estación aérea exclusiva para esos vuelos. Hay días que son 10 vuelos que llegan desde Miami. Y hay un pequeño grupo de descendientes cubanos que critican, pero (…) de alguna manera -acota- aunque no lo digan públicamente, están esperando el desbloqueo y que haya normalidad en las relaciones”.
Si bien su propia experiencia lo lleva por una parte a negar carencias graves en la isla del Caribe (“si usted compara a este país pequeño y pobre con Haití, evidentemente se va a dar cuenta cuál es la diferencia. Inclusive si lo compara con Nicaragua o con Honduras. Es un país alegre, que vive pensando y respetando sus propias convicciones”), por otro lado le hace admitir que “Cuba no podía seguir así”. Para Guevara –que en su juventud estuvo ocho años preso (entre 1975 y 1983) durante la dictadura militar argentina por formar parte del “Frente antiimperialista por el Socialismo”- el futuro de la isla está decidido. “Luego de la caída de la ex Unión Soviética, el capitalismo se ha extendido sobre otros países que no habían adoptado ese sistema. (…) Queda Cuba sola, una isla pequeña de 12 millones de habitantes. No puede ser que esté remolcando al mundo hacia otro sistema que no sea el que está imperando en todos lados”.