El primero de enero de 1994, en un rincón perdido de México, se produjo una de las últimas sublevaciones indígenas del siglo XX, que después tomó el nombre de Ejército Zapatista de Liberación Nacional y tuvo al famoso subcomandante Marcos como rostro público (aunque oculto debajo de un pasamontañas negro). Una vez superada la fase armada y de reivindicación, el movimiento embocó el camino del control y la autogestión de las áreas indígenas de Chiapas, Marcos se quitó el pasamontañas y un nuevo subcomandante –Moisés- tomó su lugar, poniéndose a la cabeza de la nueva etapa de lucha. Precisamente él hizo saber –en nombre de todo el movimiento zapatista- que se propone apoyar la lucha por la verdad de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, en el estado mexicano de Guerrero.
La reunión entre los zapatistas y una comisión de padres de los estudiantes desaparecidos, se llevó a cabo el jueves primero de enero, día del 21º aniversario de la sublevación, en el municipio de San Andrés Larráizar, en la región de Altos de Chiapas. El encuentro todavía se está desarrollando y participan delegaciones de 26 países.