“LA DROGA AVANZA Y NO SE DETIENE”. La alarma del Papa en la entrevista a la revista de una villa argentina, “La Cárcova news”

drogas4

“Mexicanización” de la Argentina. La palabra chocó tanto al gobierno mexicano que provocó la movilización de ambas diplomacias, la del presidente Peña Nieto y la del Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, para recomponer las grietas que se habían abierto. En la entrevista que concedió a la revista de una villa de Buenos Aires, La Cárcova news, el Papa volvió sobre el tema del narcotráfico, que evidentemente le preocupa y mucho. “Hay países que ya son esclavos de la droga”, dijo, usando una expresión no menos fuerte que la que hizo reaccionar a los mexicanos. Después retomó el tema desde otro ángulo, pero convergente con el anterior. “Lo que más me preocupa es el triunfalismo de los traficantes. Esta gente ya canta victoria, siente que ha vencido, que ha triunfado. Y eso es una realidad. Hay países, o lugares, donde todo está bajo la droga”.

Pero el Papa vuelve sobre la realidad de Argentina cuando sigue respondiendo a los jóvenes villeros, y además la pregunta que le hicieron es tan clara que ha favorecido la claridad de la respuesta. “Usted conoce nuestros problemas. La droga avanza y no se detiene, entra en las villas y ataca a nuestros jóvenes. ¿Quién tiene que defendernos? ¿Y nosotros, cómo podemos defendernos?” El Papa no ha hecho más que confirmar el doloroso diagnóstico que le presentan los que viven el drama de la droga todos los días en su propia piel. “Es verdad, la droga avanza y no se detiene”, les dice. Por otra parte es un diagnóstico sobre el cual los obispos argentinos ya habían lanzado la alarma con palabras fuertes por lo menos en dos oportunidades recientes. Primero, al concluir la reunión anual de la Conferencia Episcopal el año pasado mons. José María Arancedo, su presidente, declaró que “el país se está transformando en un campo de batalla entre narcos y eso es inaceptable”, al mismo tiempo que reclama “medidas urgentes” contra el tráfico de droga y su impacto en la sociedad, sobre todo en los sectores más vulnerables, y denuncia la falta de cooperación en los sectores involucrados así como “la complicidad y la corrupción” de funcionarios, que están creando en Argentina una situación similar a la de México y Colombia.

La segunda oportunidad fue poco después, cuando la Comisión para la Pastoral Social presentó un informe sobre el incremento del tráfico de droga y su impacto en la sociedad. “La colaboración (de funcionarios y políticos con grupos mafiososo) debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio”, se puede leer en el documento de 13 puntos que presentaron ante la opinión pública, ya sumamente alarmada por el aumento de la inseguridad.

La Iglesia argentina, en resumen, está comprometida en la lucha contra la plaga de la droga, en el terreno de las villas miseria y en los pliegues oscuros de las ciudades del gran país sudamericano. Con el apoyo de Francisco. “Con respecto a la Argentina”, agregó el Papa respondiendo a la pregunta que le habían hecho los habitantes de la villa La Cárcova, “solamente puedo decir esto: hace 25 años era un lugar de paso de droga, hoy día se consume. Y no sé, creo que sí pero no sé, si también ya se fabrica, o se destila droga”.

Lo estaba escuchando alguien que Bergoglio conoce muy bien, aquel José María di Paola que él mismo trató de proteger en 2009, cuando los traficantes lo amenazaron de muerte, y que actualmente ha recibido de la Conferencia Episcopal Argentina la responsabilidad de coordinar la lucha contra la droga y la recuperación de los toxicodependientes.

Torna alla Home Page