El gobierno de Estados Unidos ha eliminado 59 empresas, personas físicas y compañías navales de Cuba de un listado de entidades sancionadas por colaborar con el terrorismo o el tráfico de droga, en otro paso tendiente a facilitar una nueva relación con el gobierno de Cuba. En realidad, la remoción de la lista no significa que Cuba en cuanto tal haya dejado de ser un país que el Departamento de Estado USA considera “sponsor del terrorismo”. Pero todo permite suponer que éste es el objetivo que Washington se propone lograr progresivamente.
Varias empresas que ahora han quedado excluuidas de las sanciones tienen relación con la industria cubana del turismo, como “Caribbean Happy Lines” o la agencia de viajes “Guama”; o bien con actividades pesqueras o navales, como “Abastecedora Naval e Industrial” o “Pescados y Mariscos” de Panamá.
La mayoría de los individuos o naves eliminadas del tristemente famoso elenco se encontraban radicadas en Panamá a pesar de ser de origen cubano, mientras una de ellas, la “Alegría de Pío”, fue registrada en España, y dos sociedades tienen sede en Estados Unidos.
Las sanciones impedían que personas o entidades estadounidenses realizaran transacciones financieras con personas o empresas incluidas en la lista y congelaban todos los bienes que estas pudieran tener bajo la jurisdicción de Estados Unidos.