“En los últimos años se ha debilitado el ímpetu para las conquistas sociales en América Latina y el Caribe”. Lousie Cord, Gerente para la región de los programas de lucha contra la pobreza del Banco Mundial, lanzó la alarma durante la presentación en Washington del informe “Trabajar por el fin de la pobreza en América Latina y el Caribe”. Según los expertos del organismo, la progresiva reducción de la pobreza –que entre 2003 y 2013 pasó del 41,3 por ciento al 24,3- se debió en gran parte al auge de las materias primas en la región. Pero ahora, con el descenso de los precios, “la importancia de redoblar los esfuerzos regionales para promover un crecimiento más inclusivo y reducir la pobreza se vuelve más crítica”, dijo Cord.
Más de la mitad de la población que vive en situación de pobreza – con menos de 4 dólares por día- reside en Brasil (el 30,4 por ciento) y México (el 24,6 por ciento). Paralelamente el Banco Mundial ha señalado que parece haberse detenido también otra tendencia que fue uno de los grandes logros regionales de los últimos años, el aumento de la clase media, que pasó del 21,3 por ciento de 2003 al 35 por ciento de 2013. “El 40 por ciento de la población” –una franja vulnerable que vive con salarios de entre 4 y 10 dólares por día- “está al borde de pasar de ser casi clase media a regresar a la pobreza”, afirma Eric Farnsworth, vicepresidente del centro de estudios Coucil of the Americas.
No son buenas noticias para la economía latinoamericana, que según las últimas proyecciones del Banco Mundial este año crecerá apenas un 0,8 por ciento, muy por debajo del ya magro 1,2 del 2014 y lejísimos del promedio del 4 por ciento de crecimiento del PBI registrado entre 2004 y 2001.