PACTOS ROTOS. Primeros análisis sobre la fuga de “El Chapo” Guzmán, el criminal más poderoso de México. Y una cosa segura: es un duro golpe para el gobierno de Peña Nieto

El túnel usado por  “El Chapo” para escapar de la cárcel. Foto: AP/Marco Ugarte
El túnel usado por “El Chapo” para escapar de la cárcel. Foto: AP/Marco Ugarte

Más de uno considera que fue una evasión anunciada (incluso en Twitter, por uno de sus presuntos hijos pocos días antes de la fuga) y en este momento se están haciendo los primeros análisis. Un enfoque interesante fue el de Edgardo Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center de la Universidad de Virginia y principal investigador de Derecho y Economía de la Columbia University de New York, entrevistado por el portal mexicano “SinEmbargo”. Según el analista, detrás de la fuga del líder del cártel de Sinaloa está la ruptura del pacto que había permitido capturarlo hace poco más de un año.

Buscaglia –especialista en temas mexicanos- afirmó que, si lo hubiera deseado, el “Capo de los capos” mexicano habría podido fugarse desde el primer día que estuvo en el Penal de Alta Seguridad del Altiplano, en Amoloya, al oeste de Ciudad de México. “Hubo una negociación para que “El Chapo” fuera a la cárcel, como en el caso de John Gotti (capo de la familia Gambino ndr) en Estados Unidos”, explica. “Esta gente se fuga cuando los términos que llevaron a su captura no se respetaron. Hay indicadores de un acuerdo desde la forma en que se le capturó: con un aparato mínimo de seguridad, la zona…”. El analista considera que Guzmán habría decidido romper el pacto cuando advirtió que no se estaban cumpliendo las condiciones que permitieron su “sospechosa” captura.

¿Y cuáles eran esas condiciones? En primer lugar, la más importante: que no se reforzaran otros grupos criminales –como el cártel de Jalisco Nueva Generación- a costa del cártel de Sinaloa. Lo que a pesar de la buena gestión del sucesor del “Chapo”, “El Mayo” Zambada, efectivamente había ocurrido, tal como explicamos aquí.

La segunda condición, según Buscaglia, sería que habían perdido poder los funcionarios que lo “protegían”.

Para Buscaglia, estos hechos representan “la esencia de la corrupción política mexicana”. “En un país donde no mejora la justicia ni el sistema penitenciario” –concluye- “no mejoran los controles patrimoniales ni la consolidación política, estas cosas pueden suceder y ahora le toca al Gobierno asumir el costo político de esta nueva fuga de ‘El Chapo’”, finalizó Buscaglia.

Javier Ciurlizza, director para América Latina y el Caribe de The Crisis Group, comparte el juicio y también considera que la evasión es un duro golpe para la credibilidad de Peña Nieto. “En el caso del presidente mexicano hay un problema adicional, que es el tema de legitimidad por casos como el de Ayotzinapa (la desparición de los 43 estudiantes, ndr), el resurgimiento de la violencia y la falta de medidas para enfrentar la impunidad y las desapariciones”, declaró desde Colombia al portal “SinEmbargo”. Y agregó: “Le llueve sobre mojado a un Gobierno federal que ya tiene problemas de respaldo social y hasta ahora lo único que pudo haber demostrado es que había detenido a los cabecillas de los cárteles”.

Por otra parte, fue el mismo Peña Nieto quien dijo, después de la captura de Guzmán, que una nueva evasión sería “imperdonable”.

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