ESTADOS UNIDOS ANUNCIA UNA OLA DE DEPORTACIONES DE MIGRANTES ILEGALES. Se reactiva el “movimiento de los santuarios”. Docenas de estructuras católicas ofrecen hospitalidad

Deportacion imigrantes

El lunes pasado el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció que a partir del 11 de enero comenzará una amplia e incisiva operación de policía para deportar a todos los migrantes ilegales que cruzaron la frontera desde el 1º de mayo de 2014 sin la debida autorización. La decisión incluye adultos, niños, ancianos, mujeres, adolescentes o jóvenes no acompañados. En síntesis, todos, sin distinción. La respuesta inmediata de numerosas iglesias cristianas de todo el territorio nacional no se hizo esperar. Son acciones “inmorales”, declaró Noel Andersen, coordinador de la “Church World Service”, y agregó: “docenas de congregaciones contemplan ofrecer santuario para proteger a estas personas”. Ken Heintzelman, pastor principal de la iglesia “Shadow Rock United Church of Christ”, de Phoenix, se expresó con palabras muy semejantes y recordó el caso del guatemalteco amenazado con un decreto de deportación, Eleazar Misheal Pérez Cabrera, al que protegieron durante 110 diás hasta que la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) autorizó el aplazamiento de la medida por un año.

En estos días se ha vuelto a recordar una movilización nacional de la década del ’80, el “Movimiento Santuario”, que comenzó en Arizona y se extendió a muchos otros puntos del país. Consistió en una verdadera barrera humanitaria para respaldar a estas personas y contrarrestar la acción de los cuerpos especiales que ejecutan las deportaciones. El principio que sirve de sustento a este “Movimiento” es una política específica del ICE que le impide entrar a lo que se denomina “zonas sensibles” (escuelas, hospitales e iglesias) para arrestar a los “clandestinos” que serán expulsados. Este principio solo se basa en la costumbre, porque técnicamente no existe una norma legal que lo avale. La Iglesia Presbiteriana South Side, de Tucson-Arizona, pionera del “Movimiento Santuario”, confirmó que abrirá las puertas de todas sus estructuras a las personas en riesgo de ser deportadas. El reverendo Alison Harrington declaró: “Como pastores sabemos que cada una de las familias es una familia sagrada y las personas y las familias que han huido de la violencia no solo necesitan nuestras oraciones, necesitan también un santuario para recibir protección”.

Entre el 3 y el 9 de enero se está celebrando en Estados Unidos la Semana nacional de las migraciones de la Iglesia Católica y el lema para el 2016 es: “Era extranjero y me acogiste”. El evento organizado por la Conferencia Episcopal (Usccb) se realiza todos los años. “La llamada a acoger al extranjero juega un papel importante en la vida de los fieles cristianos y tiene un lugar particularmente central en el Año de la Misericordia”. “El migrante -sigue diciendo el comunicado- se mueve de una nación a otra y es verdaderamente un extranjero” que debe afrontar numerosas dificultades, como “una lengua que no le es familiar” y “costumbres diferentes”. Por eso, subrayan los obispos, “el migrante necesita el apoyo de las comunidades locales, para que pueda adaptarse mejor a su nuevo ambiente”.

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