Don Gregorio López, alias padre Goyo, el cura que celebra misa con chaleco antibalas, irá dos meses a Roma –tiene previsto partir el 14 de marzo- para terminar una investigación cuyo título es La esperanza desde la desesperanza. La razón del inesperado viaje la explica él mismo, haciendo alusión a las amenazas que ha recibido del alcalde de Apatzigán, Uriel Chávez, a quien el padre Goyo ha acusado de formar parte del cartel de los Caballeros Templarios, la mafia de la región. A su vez don Uriel Chávez acusa al sacerdote de pederastía, aunque esa acusación no preocupa en absoluto al padre Goyo: “Miente para desviar la atención de sí mismo; y además tendrá que presentar pruebas”, declaró mientras prepara su viaje a Roma, donde no está excluído que sea recibido por el Papa Francisco.
Del cartel de los Templarios pasamos al Chapo Guzmán, el capo del cartel de Sinaloa recientemente arrestado en México. El obispo auxiliar de Durango, Enrique Sánchez dejó en claro que la Iglesia no apoya en ningún modo las manifestaciones de solidaridad con Joaquín “El Chapo” Guzmán que se llevaron a cabo en los últimos días. Una nueva marcha en este sentido ha sido convocada para hoy, 8 de marzo, a través de Facebook, para pedir la liberación de jefe narco.

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