OBISPOS EN EL DESIERTO DE AMADO. Caminan como “inmigrantes clandestinos” para recordar las miles de víctimas de la “Lampedusa de América”

El cardenal de Bostón Patrick O'Malley celebra misa a los pies del muro
El cardenal de Bostón Patrick O'Malley celebra misa a los pies del muro

Nueve obispos estadounidenses se encuentran desde el 30 de marzo en la localidad de Nogales (Arizona), en la frontera con México,  para sensibilizar la opinión pública sobre la urgencia de la reforma del sistema migratorio del país, pero también para recordar las miles de víctimas de este drama de la “Lampedusa de América”. En el día de ayer celebraron misa en diversas localidades, visitaron algunos centros como la “Casa de Nazareth”, que ofrece ayuda y asistencia a los migrantes, y luego, simbólicamente, como si ellos mismos fueran “inmigrantes clandestinos”, hicieron una larga caminata por la tierra árida del desierto de Amado.

Los prelados, formando una rueda, oraron y pidieron “al Dios del Amor y de la Misericordia que conceda a todos la gracia de no ser nunca indiferentes a los sufrimientos de los hermanos”.

Monseñor Gerald Kicanas (Tucson), que fue recibido por las poblaciones de la Misión San Xavier del Bac, exhortó a todos a imaginar el dolor de tantos hombres, mujeres y niños que en busca de una vida mejor cruzan estas tierras y muchas veces encuentran en cambio la muerte. “Nosotros estamos aquí –agregó Monseñor Kicanas- para expresar solidaridad a estos hermanos nuestros”. Hablando sobre la reforma de las leyes que regulan los flujos migratorios, el obsipo pidió distinguir siempre con cuidado quién emigra porque busca un futuro mejor para sí mismo y sus seres queridos, y quién, por el contrario, lo hace porque está relacionado con alguna forma de delincuencia. Monseñor Kicanas considera  que una reforma migratoria verdadera y humana permitiría orientar los esfuerzos y fatigas de la policía no contra los que quieren emigrar porque buscan trabajo, sino contra los que exportan el crimen. Monseñor Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Seattle y responsable del Comité episcopal para las Migraciones, quiso llamar la atención sobre el hecho de que la inmigración es una cuestión “bilateral, que nos interesa a nosotros, pero también a México” y por eso ha auspiciado un “diálogo intenso” entre ambas administraciones sobre esta problemática.

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